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Lorenzo Silva rompe con una "visión arquetípica" de la violencia en su nueva obra

el autor de novela negra ficciona un hecho real de 2007 "La estrategia del agua" trata del asesinato de un hombre a manos de un sicario contratado por su ex mujer

Lorenzo Silva rompe con una "visión arquetípica" de la violencia en su nueva obraFoto: efe

madrid. Una de las parejas de la Guardia Civil más famosas de la novela negra, Bevilacqua y Chamorro, vuelven casi un lustro después de sus últimas aventuras de la mano de su creador, Lorenzo Silva, que con ellos trata temas como la custodia compartida de los hijos, cuya no implantación ve como "una incoherencia del sistema".

En una entrevista para presentar La estrategia del agua (Destino), Silva asegura que inicialmente tenía otra historia preparada para Bevilacqua (Vila) y Chamorro que decidió postergar para la siguiente entrega al cruzársele en el camino el caso de la Operación Garaje, ocurrido en Ciempozuelos (Madrid) en 2007, que le pareció "más potente y más oportuna". El asesinato en el garaje de su casa de Miguel Ángel Salgado, un informático de profesión, a manos de un sicario contratado por su ex mujer después de que un juez le hubiese dado la custodia de su hijo, "sugiere" al escritor la trama de su nueva novela.

En ella, Silva toma el esquema del asesinato por encargo, el sesgo personal del móvil y muchas de las realidades del caso -como un divorcio conflictivo o la custodia de un hijo- aunque advierte de que él no novela los hechos, sino que los cambia radicalmente en muchos aspectos y se toma "muchas licencias".

Lo que más le llamó la atención del caso es que se tratase de un crimen por encargo, "algo realmente raro en esta sociedad" y que su responsable -la ex mujer del informático- sea "una persona normal", que no se mueve en el mundo de la delincuencia, de los narcotraficantes o de otro tipo de traficantes.

Eso, en su opinión, "rompe con una visión arquetípica de la violencia" al tratarse de una historia "a la inversa", lo que le lleva a lanzar la reflexión de que "tendemos a simplificar las raíces del mal con mucha frecuencia", al existir un discurso que asimila siempre al género masculino su voluntad de imponerse sobre la mujer.

En la trama introduce la idea de la custodia compartida de los hijos, aspecto del cual se muestra abiertamente partidario en la vida real, al opinar que su no implantación "es una incoherencia tremenda del sistema". "Se pide a los hombres que se impliquen en la crianza de sus hijos para que cuando hay una crisis conyugal se les aparte como un mueble", lamentó.