Lo que se insinúa como un viejo filme del costumbrismo español trenzado de parejas y cuernos, desarma al espectador a partir de su primer quiebro, el que comienza justo tras lo que se declara en su sinopsis argumental. Ésta relata que dos parejas de viejos amigos, Ale y Santi, Natalia y Mario, celebran, con unas vacaciones en Samaná, más de dos décadas de amistad y confidencias. El ron y el relajo desatan la lengua y, cuando una de ellas confiesa que, en realidad, las parejas podían haber cruzado sus vidas de no ser porque ella torció lo que parecía iba a ser el destino, o sea lo que señalaba el instinto, su descubrimiento da lugar a un juego de quiebros y requiebros que, durante buena parte de su metraje, confiere un interés notable a una comedia menos inocente de lo que aparentaba.

Basada en la pieza teatral de Jordi Galcerán, Cancún (2008), adaptada con alguna libertad por Rafa Cortés (Mallorca, 1978), el filme no es sino una nueva variación sin disfraz de contemporaneidad de este tiempo de metaversos y posibilidades infinitas de reinterpretar lo que nos acontece. Es decir, una burla permanente a lo real por esa (in)capacidad virtual tan propia del mundo del videojuego.

Rafa Cortés, guionista y director, proviene del campo de la publicidad. Salvo desde su primer largo, Yo, filmado en 2007, no había noticias de su hacer cinematográfico. Quizás por ello, en su nuevo desembarco Cortés ha tenido la precaución de rodearse de dos pesos pesados como son Luis Tosar y Luis Zahera. Les dan réplica María Luisa Mayol y Bárbara Santa-Cruz. Los cuatro, con esa carpintería teatral de la que parten, son convincentes en un filme que, tras un inicio convencional y un desenlace con guiños que comienzan a sentirse manidos, conforman una comedia de enredo y sorpresas, de sonrisas y sombras sobre las relaciones personales, el amor, la posesión y el engaño.

El argumento de Galcerán, servido por la solvencia de Tosar, Zahera, Mayol y Santa-Cruz, conforman una pieza de suave entretenimiento y algún pellizco emocional. Los diálogos, las réplicas y contrarréplicas, los meandros del guion y la hipótesis que plantea, la sospecha de que un leve cambio puede alterar toda una existencia, contribuyen a hacer de Amanece en Samaná un curioso divertimento.

Amanece en Samaná

Dirección: Rafa Cortés

Guion: Rafa Cortés y VV.AA. a partir de la obra de Jordi Galcerán

Intérpretes: María Luisa Mayol, Luis Tosar, Bárbara Santa-Cruz y Luis Zahera

País: España. 2024

Duración: 99 minutos