'Grooming': así ha cambiado la forma de engañar y manipular a menores en internet
El 'grooming' es un proceso de manipulación psicológica en la que un adulto embauca y manipula a un menor de edad para conseguir sus fines sexuales. La forma con la que los pederastas se acercan ahora a niños y adolescentes en el mundo digital está cambiando
Los pederastas o groomersutilizan todos los canales que tienen disponibles para contactar con niños o adolescentes. Son muy habituales los acercamientos en redes sociales como TikTok e Instagram, Discord, en apps de mensajería como WhatsApp, apps de citas como Tinder o Grindr, videojuegos online (por poner un par de ejemplos Roblox o Fortnite), pero también lo intentan en foros de videojuegos, de ventas de entradas, de clubes de famosos o de clubes deportivos.
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Lo más habitual es que los depredadores recaben información de las víctimas antes de acercarse a ellas a través de sus perfiles en redes sociales o buscando información sobre ellas en interne para adaptar la estrategia de acercamiento que van a usar. Por ejemplo, si van a acercarse haciéndose pasar por un niño o por una adolescente, si van a mostrarse tal y como son, qué gustos van a compartir en función de cómo son las víctimas...
La inteligencia artificial desempeña un papel creciente en la sofisticación de las estrategias de los agresores. La IA permite ocultar las habilidades lingüísticas reales de un adulto cuando se hace pasar por un menor de edad, imitando con realismo la forma de expresarse de niños y niñas, facilitando así el engaño y la manipulación. Esta tecnología también permite mantener conversaciones simultáneas y realistas con múltiples víctimas, además de generar imágenes falsas que facilitan que puedan presentarse como niños, niñas o adolescentes.
Modus operandi
Una vez comienzan con el contacto, intentan desarrollar una relación de confianza y pasan a plataformas de comunicación más privadas como WhatsApp o Telegram. Durante un tiempo van creando un lazo de confianza con los menores, desarrollan un vínculo de amistad, intentan alejar a los menores de su familia y su círculo más cercano, les regalan dinero u objetos virtuales para generar una sensación de deuda que saldarán más adelante y se convierten en sus confidentes. Cuando creen que ya tienen a los menores a punto de caramelocomienzan a exigir material sexual o encuentros sexuales con ellos, y no aceptan un no por respuesta. Utilizan todo lo que los menores les han proporcionado (confidencias, imágenes, información personal y familiar…) para extorsionarles y conseguir lo que quieren, incluso intimidación y amenazas. Si consiguen encuentros sexuales, también pueden grabarlos.
Una vez que ya tienen el material sexual de los menoreslo utilizan para engañar a otros menores y conseguir más material, para intercambiarlo con otros pederastas, para publicarlo en páginas web pornográficas, para tener a los menores generando material de explotación sexual infantil de forma permanente o para lograr que los menores hagan lo que ellos quieran.
Nuevas estrategias
Actualmente se perciben algunos cambios respecto a la forma de acercamiento del grooming tradicional. Por ejemplo, cada vez en más casos las agresiones se dan solamente en el entorno digital y no pasan a las relaciones sexuales físicas.
Además, el mundo digital permite que los depredadores puedan tener muchas víctimas al mismo tiempo. Se están detectando ataques planificados en los que los agresores, o incluso redes organizadas, recopilan información exhaustiva previa sobre las víctimas, incluyendo vulnerabilidades emocionales. El objetivo de estas redes organizadas es puramente económico, teniendo como objetivo la extorsión. Según Save The Children, el 50% de los pederastas ya no ocultan su identidad, lo que da a los menores una falsa sensación de confianza.
Las peticiones sexuales también llegan más rápido. Los depredadores se saltan la fase de creación de vínculo emocional y las peticiones sexuales comienzan a producirse de forma inmediata. Al mismo tiempo los propios menores también responden de forma inmediata y aceptan las solicitudes. Esto se debe a que existe una hipersexualización en el entorno digital y se ha normalizado el intercambio de contenido íntimo en una etapa de pleno descubrimiento personal.