El género, la cultura y la edad parecen desempeñar un papel en la forma en que se interpretan los emojis, según un estudio publicado el 14 de febrero de 2024 en la revista de acceso abierto PLOS ONE por Yihua Chen, Xingchen Yang y su equipo de la Universidad de Nottingham (Reino Unido). Esto explicaría por qué muchas veces los mensajes de texto acaban causando malentendidos entre sus interlocutores.

Para comprender cómo el género, la edad y la cultura pueden influir en la interpretación de los emojis, los investigadores reclutaron a un grupo de 253 adultos chinos y 270 adultos del Reino Unido (51 por ciento mujeres y 49 por ciento hombres, con edades comprendidas entre 18 y 84 años).

Los autores seleccionaron 24 emojis diferentes para representar seis estados emocionales básicos: feliz, disgustado, temeroso, triste, sorprendido y enojado. Cada uno de los seis emojis estudiados se representó cuatro veces, utilizando emojis de las plataformas Apple, Windows, Android y WeChat, todos los cuales son ligeramente diferentes entre sí.

Los investigadores evaluaron con qué frecuencia las interpretaciones de los significados de los emojis de los participantes coincidían con las etiquetas de emoción asignadas por los autores del estudio. Descubrieron que cuanto mayor era el participante, menos coincidían sus interpretaciones con las etiquetas de emojis de sorpresa, miedo, tristeza y enojo.

Las interpretaciones de las mujeres de los emojis felices, temerosos, tristes y enojados tenían más probabilidades de coincidir con las etiquetas que las de los hombres. Las interpretaciones de los participantes del Reino Unido tenían más probabilidades que las de los participantes chinos de coincidir con las etiquetas asignadas para todos menos los emojis de disgusto.

Los resultados subrayan la importancia del contexto al usar emojis; por ejemplo, la posibilidad de que el emoji de "sonrisa" categorizado como "feliz" en este estudio no siempre se use para significar felicidad, especialmente para los participantes chinos. Además, algunas diferencias demográficas estuvieron parcialmente mediadas por la familiaridad de los participantes con un emoji en particular.

Los autores señalan que la ambigüedad de los emojis es un tema que merece más investigación, especialmente cuando se comunican entre distintos géneros, edades o culturas.