Puede ser una pregunta del Trivial o de alguno de esos juegos de Quizz que se descargan en el móvil: “¿Cuál es el felino más grande?”. La respuesta viene rápida: “El tigre”. Suele ser la respuesta más común, aunque hay quien matiza, por si acaso, “el tigre siberiano”. Si el juego la da por buena, no tendrá razón y se estará equivocando, y si la da por errónea, se considerará un error de los creadores pero estará bien.

Porque según la ciencia el felino más grande es el puma. Las ramas de la Biología que se dedican a clasificar y ordenar el mundo de los organismos vivos, la taxonomía y la filogenia, establecen que si bien tanto el puma y el gato doméstico como el tigre y el león son félidos, los primeros sí son felinos y los segundos, no. Según estas dos ramas de la ciencia, los grandes félidos son panterinos, panteras.

El guepardo ('Acinonix jubatus') sí es un felino y no puede rugir. Freepik

La taxonomía se encarga de nombrar y clasificar todas las especies vivas en función de sus semejanzas y de sus diferencias. De esta manera asignan a cada especie un nombre científico formado por el género y la especie (y en ocasiones la subespecie). Así, el gato montés es Felis silvestris y el león es Panthera leo. La familia de los félidos se divide en dos subfamilias, panterinos, que cuenta con 2 géneros y un total de 7 especies, y felinos, que a su vez se divide en 10 géneros y 31 especies.

La clave, el rugido

Más allá de la diferencia de tamaño entre los panterinos y los felinos, en general estos son más pequeños que los primeros, el auténtico distingo entre ambas familias de félidos está en su laringe. Los panterinos son capaces de rugir, algo que los felinos no. La laringe de leones, tigres, jaguares panteras o leopardos cuenta con unos tendones elásticos que les permite emitir este impresionantes y a veces aterrador sonido, además de darles diferentes tonos e intensidades. La laringe de los felinos, en cambio es más osificada, lo que le impide realizar este sonido.

Por su parte, la filogenia establece la historia evolutiva de cada especie, sus ramificaciones, ayudando a reordenar y reclasificar los organismos con más precisión de lo que planteó el botánico sueco Carl Linneus en el siglo XVIII considerado padre de la taxonomía.

Jerarquía taxonómica

La taxonomía es la clasificación sistemática de los organismos vivos dándoles nombre. Se utilizan ocho niveles principales, del más general, que es el Dominio (son tres: bacterias, arqueas y eucariotas), hasta el más concreto e individual, Especie. Los escalones intermedios son Reino (de los que hay cinco: monera, protista, hongos, plantas y animales), Filo, Clase, Orden, Familia y Género. Gracias a la filogenia, se afinan criterios, por lo que es normal establecer subdivisiones en cada escalón.

Así, entre la familia felidae (félidos) y los diversos géneros se ha introducido un escalón intermedio, la subfamilia, con dos grupos, panteridos y felinos. De esta forma, remontando la jerarquía de los félidos, sería: Dominio: eucariotas; Reino: animales; Filo: cordados; Clase: mamíferos; Orden: carnívoros; Suborden: feliformes y Familia: félidos. El león es de la Subfamilia panterinos, Género Phanthera y Especie leo.