"Nunca antes me había visto con el nivel que di en Itzulia, y en el Tour espero repetirlo"
El Cofidis galo alberga en sus filas a los dos únicos ciclistas vascos de este próximo Tour de Francia, Ion Izagirre y un Alex Aranburu que mira a la cita francesa con una mezcla de cautela y ambición
El notable currículum de Alex Aranburu (Ezkio, 1995) no incluye victorias de etapa en Giro, Tour o Vuelta, asignatura pendiente que el ciclista del Cofidis tratará de aprobar desde este sábado en Lille. Dice que durante el presente 2025 ha ofrecido el mejor nivel de toda su carrera, concretamente en la Itzulia, y que las piernas mostradas en abril le hacen ser optimista pensando en la cita gala. Tras la sofocante experiencia en el Estatal del pasado domingo, atiende a NOTICIAS DE GIPUZKOA desde el norte de Francia.
Llega a este Tour después de una aproximación distinta a la inicialmente planeada, ¿verdad?
Sí, eso es. En un principio la idea era parar después de la clásica de Frankfurt (el 1 de mayo), descansar un poco hasta reanudar los entrenamientos y afinar en junio con la Route d’ Occitanie, ya de cara al Tour. Lo que pasa es que, como en abril mis sensaciones estaban siendo buenas, decidimos alargar ese primer bloque y correr también algunas pruebas en Francia, tras la de Alemania. Por eso llego ahora a la salida de Lille con el Campeonato de España como mi única carrera en casi dos meses.
Fue 44º en Granada y no pudo optar a renovar el título, pero supongo que le vendría bien competir...
Me vino bien, eso seguro. Pero también tocó sufrir, por el calor que hizo y porque los ciclistas que venían de correr Dauphiné o Suiza tenían otro nivel.
¿No le parece que su rodaje previo a una cita tan exigente como la ‘Grande Boucle’ puede quedarse corto?
Me costará un poco durante los primeros días. Es normal. También me costó encontrarme conmigo mismo al iniciar los entrenamientos de este segundo bloque. Pero las piernas cambiaron a mejor hacia mediados de junio y ahora percibo que estoy en el buen camino.
Supongo que esos retoques en su calendario primaveral respondieron más que nada al famoso tema de los puntos, ¿no? El Cofidis los necesita.
Sí, sí, intentamos aprovechar mi forma de abril en las clásicas de la zona de Bretaña. ¿Los puntos? Bueno, yo sabía desde un principio cuál era y cuál es la situación del equipo. Hay mucho estrés por el asunto este de la permanencia en la categoría World Tour, y durante la temporada van produciéndose cambios en las alineaciones. Cuando me afectan a mí, trato de afrontarlos con ganas y con energía para conseguir los objetivos del equipo.
Antes de analizar lo que espera a partir de mañana, quería pedirle un balance de su 2025 hasta la fecha.
Las sensaciones en las primeras carreras no fueron las mejores, hasta que empecé a notar una clara mejoría durante la Tirreno-Adriático. Y creo que el nivel que di luego en la Itzulia (ganó una etapa y acabó séptimo la general) fue el más alto de toda mi carrera. Esto último me hace estar satisfecho y mirar al futuro con ilusión.
La victoria de Beasain
¿Qué es lo que permanece en su memoria de la etapa que venció en abril?
Si te digo la verdad, no me queda muy buen recuerdo de aquel día... Pero bueno, sí conservo al menos las buenas sensaciones del momento en sí mismo. Desde que ataqué hasta que llegué a meta tuve tiempo incluso de saborearlo. Iba apretando y sufriendo en lo físico, pero la cabeza disfrutaba.
Se avecinaban un par de horitas complicadas con la descalificación.
Las viví sereno y con la conciencia tranquila. Sabía que había abordado esa rotonda por donde tenía que abordarla. Pero también tenía miedo de que no me lo reconocieran, y de que pagara yo por un error que no había sido mío.
Usted conocía bien el terreno, ¿verdad?
La etapa se disputaba el miércoles 9 de abril. Yo el jueves 3 había vuelto del Teide. Y el sábado 5 corría en Estella, el Gran Premio Indurain. Pues fíjate si tenía en mente esa etapa que, en el único día disponible para entrenar en casa, el viernes 4, me acerqué a la zona. Primero anduve por Gaintza y Lazkaomendi, dos subidas que me conozco al dedillo pero quise volver a repasar. Y luego paré a tomar un café en Beasain, justo al lado de donde iba a situarse la meta.
¿Ahí vio que la famosa rotonda se tomaba por la derecha?
Ahí abrí el Veloviewer (aplicación que utilizan equipos y corredores y que muestra al detalle el trazado de cualquier carrera próxima) y me miré bien mirados los últimos kilómetros. Vi lo que ya estaba reflejado en el libro de ruta, que la rotonda se tomaba por la derecha. Y vi también cómo se callejeaba después hasta la llegada. Está mal que lo diga aquí, pero al salir de la cafetería, con mucho cuidado, llegué incluso a meterme en una dirección prohibida para recorrer exactamente el tramo final y estudiar cualquier detalle del asfalto o de la amplitud de las curvas. Lo consulté absolutamente todo. Por eso te digo que estaba convencido de que yo lo había hecho bien. A partir de ahí, la decisión final de los jueces ya no dependía de mí.
¿Por qué no pudo trasladar sus notables prestaciones en las carreteras vascas a las pruebas posteriores?
Pues básicamente porque encadené tres caídas. Ninguna resultó grave, pero el asfalto está duro y cualquier golpe te merma. Me fui al suelo en la Amstel Gold Race. Me caí también en Frankfurt. Y en Bretaña tuve otro percance (en el esprint del Grand Prix du Morbihan). A estos niveles, estar a tu 90% no resulta suficiente. Es imposible pelear las victorias si no te sale todo redondo.
¿Espera luchar por esos triunfos en el Tour que se avecina?
Esa es la intención. Todavía no hemos tenido la gran reunión previa con los directores, pero supongo que la idea del equipo consistirá principalmente en buscar victorias de etapa. Analizaremos el recorrido, marcaremos los días en función de las características de nuestros ciclistas y diseñaremos una estrategia para cada jornada.
El recorrido del Tour
Pensando en usted, habría dos frentes abiertos: los finales explosivos de la primera semana y las fugas de la segunda o la tercera.
Así es. En lo que se refiere a esos finales en cota de los primeros días, tendré que estar ahí, asumiendo también que resultará muy difícil conseguir algo con Van der Poel, Van Aert, Pogacar y compañía de por medio. Será una cuestión de piernas, y ya veremos hasta dónde me llevan las mías. Para el resto de Tour, mientras, marcaremos esas dos o tres etapas en las que la escapada tendrá opciones de éxito, aunque la dificultad ahí residirá en que el 90% de los equipos del pelotón andaremos buscando exactamente lo mismo.
Demasiados aspirantes al triunfo de etapa... y dependientes además de que Visma y UAE den el visto bueno a esa fuga.
Es que en la última semana de cualquier gran vuelta pasan siempre muchas cosas. Ya no se trata sólo de lo que hagan los equipos de los grandes líderes... Igual te metes en un buen grupo cabecero con el noveno de la general y se ponen a tirar detrás los compañeros del décimo y del undécimo. Por eso cuesta tanto ganar.
¿Qué me dice del circuito que han incluido en la última etapa en París? Usted lo conoce de los Juegos Olímpicos.
Puede verse un bonito espectáculo. Igual los porcentajes de esas rampas en Montmartre no son excesivos. Pero su adoquín agarra bastante, te frena mucho la bicicleta. Como a los gallos de la general les dé por atacarse, es posible que se abran diferencias entre ellos. Eso sí: si llueve, el suelo estará muy peligroso.
Este va a ser su cuarto Tour de Francia. ¿Qué diferencia a la carrera gala del resto de pruebas?
Su repercusión, sin duda alguna además. Siempre tienes a los espónsors cerca del autobús o del hotel. Unos días vienen los de Look (la marca de bicicletas), otros los de Etxeondo (la firma de ropa)... Para ellos, que consigas algo en el Tour es la leche, un logro de valor muy superior al de cualquier otro éxito en el resto del calendario. Aún recuerdo el año de la pandemia...
¿Qué sucedió?
Yo corría en el Astana y cuando todo se detuvo, en aquel marzo de 2020, la incertidumbre era muy grande. Mantuvimos varias reuniones telemáticas con los patrones del equipo y en ellas siempre nos decían lo mismo: “Si se corre el Tour, el año estará salvado, independientemente de lo que pase con el resto de pruebas”. Imagínate lo que moverá esta carrera.
¿Cuáles son sus planes para el resto del curso? ¿Disputará la Vuelta a España?
Mi calendario no está confirmado al 100%, pero doy casi por seguro que repetiré lo que he hecho durante las últimas temporadas: San Sebastián, Getxo, Plouay, Canadá y clásicas italianas para terminar. Así que no creo que esté en la Vuelta.
Lo que hablábamos antes... Le va a tocar ‘pescar’ puntos aquí y allá.
A ver, lo cierto es que los directores no nos meten presión con el asunto. Tampoco están todo el día hablándonos de ello. Pero sí nos remarcan la importancia de salvar la categoría, y lo tenemos que intentar entre todos.