Etapa de transición para los de la general camino de Santander tras el menú de montaña de los días anteriores. En ese sentido, se lo han tomado con calma. A partir de ahí hemos asistido a una etapa en la que podía haber llegado la fuga si hubiese contado con dos hombres más. Xabier Isasa lo ha hecho genial. El del Euskaltel-Euskadi es un corredor que todos los que le conocemos desde aficionados sabemos que tiene mucho motor, pero aún no lo ha demostrado del todo en profesionales. Espero que esta Vuelta le sirva para hacer clic en su cabeza y seguir creciendo. Tiene las cualidades. Fugas así le pueden ayudar para dar ese salto adelante que sabemos que tiene. Es cuestión de que se lo crea, de que coja confianza, porque el motor lo tiene. Los fugados han estado cerca de jugarse la etapa, pero al final se ha impuesto la inercia del pelotón. Tenían a favor en la escapada que en la aproximación a Santander se unen varios pueblos, hay muchas rotondas y es más difícil la persecución del gran grupo. Además, en los kilómetros finales se han entendido muy bien y el hecho de que lloviera era bueno para la fuga. Si llegan a contar con algún corredor más, no sé si el pelotón les hubiera cazado. Tengo mis dudas. La de Santander era posiblemente la última oportunidad para los velocistas y los equipos con hombres rápidos han trabajado para tirar abajo la fuga. Además del Alpecin, también ha contribuido el Kern Pharma, que quería apoyar a Pau Miquel, su esprinter. Eso es darle confianza. En una Vuelta de matrícula de honor con las dos victorias de Castrillo, el Kern Pharma está reforzando su marca con actuaciones de este tipo. Es cierto que en un esprint ante Kaden Groves lo normal es que el australiano se lo lleve. Es su tercera victoria en lo que va de Vuelta. Se ha notado la ausencia de Van Aert, que probablemente hubiese disputado el esprint con Groves. Veremos qué pasa en la etapa vasca de la Vuelta por tierras alavesas.

El autor es director deportivo del Eulen-Nuuk zarauztarra