Una escena sirve para radiografiar a Oier Lazkano (7 de noviembre de 1999, Vitoria-Gasteiz). La memoria remite al 18 de agosto de 2021. El gasteiztarra lucía el maillot del Caja Rural por las llanuras que daban a Albacete. Lazkano compartía plano en la fuga con Pelayo Sánchez, por entonces en el Burgos-BH, y con Xabier Mikel Azparren, que abanderaba el naranja del Euskaltel-Euskadi. Los tres se escaparon de salida, desde Tarancón, en una jornada de 184 kilómetros. A la aventura.

Lazkano, desatado, poderoso, partía el viento con su furia y su rabia, concentrada en sus pedales, que zapateaba. El claqué de Lazkano era una tormenta. El trío fue consumiendo el recorrido compartiendo compás.

La armonía se quebró a medida que se acumulaba la fatiga. Entraron en la zona roja y destacó el potente motor de enorme cubicaje de Lazkano, su fisionomía de clasicómano: 1,89 metros y 74 kilos.

A esas alturas, Lazkano aún coceaba con frenesí. Ese ritmo infernal desconchó a Pelayo Sánchez, que reventó. Azparren se sostuvo como pudo, haciendo equilibrios. Funambulista. El gasteiztarra, un potro salvaje, continuó torturando a Azparren y este tuvo que dejar la rueda de Lazkano, víctima del centrifugado.

A ambos los abandonó en el llano. Ni el cobijo de ir a rueda salvó a Sánchez y Azparren. Se quedaron clavados en el andén, observando como aquel el tren se desvanecía en el horizonte. Lazkano, pura pasión, dejó a sus compañeros de fuga sin quererlo. No lo buscó. Sucedió. Por inercia. Ese es Lazkano. 

Estreno en Portugal

Ese detalle –Lazkano fue atrapado por el pelotón a poco más de diez kilómetros de meta, tras comerse 162– subrayó al gasteiztarra en un gran escaparate. Fue una exhibición de fuerza. Un derroche descomunal.

Un curso antes, Lazkano, que se crio en el filial del Caja Rural, había vencido una etapa en la Vuelta a Portugal tras enfrentarse al gran grupo.

Era un recién llegado Lazkano, pero dejó su firma tras una persecución que festejó Lazkano contra todo pronóstico. La victoria sirvió para conectar a Lazkano con el podio en el profesionalismo.

Más que el triunfo en sí, en el gasteiztarra sobresale el cómo. Alejado del estereotipo de los ciclistas cincelados en la cantera vasca, cuyo arquetipo responde a ciclistas ligeros con facilidad para la escalada y enfocados para las vueltas por etapas, Lazkano realizó su propio camino amateur. 

"En categorías inferiores Oier ganaba por pura fuerza. Hasta aficionados eso te sirve y te diferencia del resto, pero para ganar en el WorldTour solo con tener fuerza no es suficiente"

Xabier Muriel - Director del Movistar

Contó una docena de victorias, entre ellas una de la Copa España en Legazpi. También sumó el triunfo en la Vuelta a Palencia. Aquel muchacho del Zirauna y el juvenil del Elproex-Iturribero impacta ahora en el WorldTour.

“En categorías inferiores Oier ganaba por pura fuerza. Hasta aficionados eso te sirve y te diferencia del resto, pero para ganar en el WorldTour solo con tener fuerza no es suficiente”, certifica Xabier Muriel, que fue director del gasteiztarra en el Caja Rural y ahora también conduce en el Movistar.

Lazkano, Pelayo Sánchez y Azparren, en la Vuelta de 2021. Caja Rural / Sprint Cycling

Perfila el preparador a un Lazkano mejor, con más catálogo. Ha ganado en sabiduría. “Es inteligente y le gusta analizar mucho las cosas. Siempre estudia las carreras y sabe dónde puede hacer daño o no. No solo se trata de fuerza bruta”, determina Muriel.

El método de Lazkano conecta con la fuerza bruta, pero también hila con la ambición, el arrojo y la confianza en sí mismo. Lazkano posee el descaro necesario para sobresalir en la selva competitiva del ciclismo. 

Continuo aprendizaje

Argumenta Muriel que Lazkano “aprende continuamente” y que ahora “sabe gestionar la fuerza. Ha trabajado mucho sobre esa idea y lo sigue haciendo. Eso es fundamental para poder hacer actuaciones como las que hemos visto, pero también ha mejorado la fuerza. Es una progresión", expone Muriel.

"Es muy fuerte, pero en los últimos años aún lo es más. Tiene mucha resistencia. Sus valores absolutos son muy altos y aunque el peso que tiene, alrededor de 78 kilos, son un lastre ala hora de subir. sus valores absolutos lo compensan”, subraya el director.

Fichado por el Movistar en 2022, Lazkano continúa creciendo exponencialmente. En el Tour de Valonia, cuando el equipo de Unzué se asomaba al sótano del ranking, un triunfo del gasteiztarra sirvió para oxigenar a la formación. El pasado curso Lazkano mostró su filo.

La gran actuación

Su segunda plaza en A Través de Flandes tras quemar a Kristoff en una fuga de 166 kilómetros, le puso en órbita. El insaciable pelotón mordió la insurrección de Lazkano, pero en lugar de desconectar, el gasteiztarra fue el mejor en el esprint del grupo.

Solo Laporte, un ciclista enorme, se adelantó. Lazkano pudo con Powless, Pedersen o De Lie, entre otros. Una salvajada. Fue el punto de inflexión. Gritó al mundo que había llegado para quedarse. 

Aunque no ganó la carrera, aquella fue su gran victoria. “Oier ha ganado mucho en confianza en sí mismo y está claro que es uno de los ciclistas importantes del equipo. De eso no hay duda. Eso no le afecta. Es muy tranquilo y calmado fuera de la carretera. Además sabe llevar muy bien esa presión y psicológicamente está gestionando muy bien lo que le está pasando”, desgrana Muriel.

Cascada de victorias

Repleto de confianza, fiel a su libro de estilo, golpeó en Boucles de la Mayanne, donde venció una etapa y la general. Con ese impulso logró el campeonato de España tras una fuga en la que midió sus límites y derrotó a todos. Se ató a la agonía y al sufrimiento, pero nadie pudo con él. Cerró el pasado año con cuatro victorias.

Lazkano está en otro plano. Con el comienzo de la campaña, el gasteiztarra labró un triunfo formidable en la Clásica Jaén, monumental su actuación entre los campos de tierra y los olivos.

Aplicó el rodillo para desconchar a Arrieta y Prodhomme. Al igual que tres años atrás con Sánchez y Azparren. Unidos Albacete y Jaén por el gasteiztarra y su brutalismo. Sobre asfalto o en tierra, Lazkano rompe el molde.

LA ACTUALIDAD

Vuelta a Andalucía. Juan Ayuso, que liderará al UAE, y Santiago Buitrago, que hará lo propio con el Bahrain, son los principales candidatos a la victoria final en la carrera andaluza, que se disputa entre este miércoles y el domingo. El Euskaltel-Euskadi, el Caja Rural y el KernPharma estarán en la prueba, que da comienzo con una jornada íntegra en tierras granadinas entre Almuñécar y Cádiar de 162,2 kilómetros.


Vuelta al Algarve. Remco Evenepoel, que venció la Figueira Classic, la primera carrera en la que participó en el presente curso, asoma como el principal favorito para hacerse con la triunfo en la Vuelta al Algarve, que se disputa desde este miércoles hasta el domingo y que el belga venció en 2020 y 2022. Mikel Landa acompañará a Evenepoel. Daniel Martínez, Pidcock, Geoghegan, Van Aert o Kuss también estarán en la carrera.