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Bak, el más listo de la fuga

Purito mantiene una jornada más la 'maglia' rosa El danés logra la victoria por delante de sus compañeros de escapada, entre los que estaba Amets Txurruka

Bak, el más listo de la fugaFoto:efe

donostia. Lars Ytting Bak fue el más listo de la fuga, el que mejor supo leer la carrera en los metros finales. Guardó fuerzas en las subidas, las justas como para lanzar un ataque definitivo a un kilómetro y 700 metros de la línea de meta. Nadie le siguió. Lo intentó Amets Txurruka, presente en la escapada del día, pero su intento quedó en nada. Falto de chispa, el de Euskaltel-Euskadi se echó a un lado, resignado. No reaccionaron tampoco el resto de fugados. Vía libre para el corredor danés, que lanzó el ataque en el momento exacto, aprovechando el parón en la fuga. Bak controló a la perfección la pequeña ventaja que le otorgaron sus compañeros de escapada, a quienes trató de controlar en todo momento. No dejó de girar el cuello hacia atrás para no perder de vista a quienes le perseguían. Estos, desde la lejanía, no tardaron en darse por vencidos.

La jornada de ayer, 155 kilómetros entre Seravezza y Sestri Levante, transcurrió por el guión previsto antes del inicio de la etapa. Los cuatro pasos puntuables, así como su corto kilometraje, hacían prever que los valientes que se colasen en la fuga buena del día iban a tener serias opciones de luchar por la victoria de etapa. Así fue. Entre los nueve escapados, Euskaltel-Euskadi volvió a tener un representante: Amets Txurruka.

El ciclismo le debe una victoria al corredor de Etxebarria. Lo intentó ayer el vizcaino en las cuestas de Villa Tassani. Las fuerzas no le acompañaron. Miró atrás. No soltó a nadie. Paró, se dio por vencido. No tuvo mejor suerte en el sprint del grupo. Agotado por el esfuerzo, Txurruka cruzó la línea de meta en séptima posición, en último lugar del grupo que trató de manera inútil de dar caza a Lars Ytting Bak. El danés ya había alzado los brazos en meta. Se gustó en los últimos metros el corredor del Lotto.

El pelotón, sin un patrón claro, dejó que los fugados cogiesen ventaja sin ningún tipo de dificultad. El cómodo ritmo del grupo principal favoreció a la escapada. No trabajó Katusha, el equipo de Joaquím Rodríguez, quizá con la intención de que Sandy Casar, en la fuga, y su equipo, la FDJ cogiesen la responsabilidad de la carrera en las etapas venideras. No resultó demasiado lógica la postura del conjunto ruso, tampoco la del Liquigas, que comenzó a tirar del pelotón. Las diferencias con los escapados disminuyeron de manera drástica, pero la cabeza de carrera nunca temió por la victoria de etapa.

Hoy, el pelotón afrontará una breve etapa de transición, de únicamente 121 kilómetros entre Savona y Cervere, antes de afrontar dos jornadas de alta montaña consecutivas previas al descanso del lunes.