Boonen, por milímetros
El belga logra su tercer Tour de Flandes al batir a Pozzato y Ballan Cancellara se rompe la clavícula y se perderá el domingo la París-Roubaix
donostia. Menos de un centímetro, unos pocos milímetros, una distancia paupérrima, casi mínima, pero suficiente para que Tom Boonen lograra en la tarde de ayer el triunfo en el Tour de Flandes, el tercero de su carrera, pues ya dejó su impronta en los años 2005 y 2006; especial este último por el cambio en los últimos metros, que se han endurecido de manera notable. En casa, ante más de 600.000 personas que se agolparon en los distintos puntos del recorrido, el ciclista belga se impuso en un apretado sprint a Filippo Pozzato, a quien superó por escasos centímetros. El tercer invitado en el trío de cabeza, el también italiano Alessandro Ballan, llegó más justo que sus rivales al final de la etapa y, a pesar de que aguantó hasta los últimos metros, en ningún momento se le vio con opciones de poder disputar el triunfo. Gracias a la victoria lograda ayer en Bélgica, Boonen suma su octavo triunfo de la temporada, el tercero en los últimos 10 días; además, sus tres éxitos en el Tour de Flandes le permiten dar caza en el palmarés de la prueba a un compatriota suyo como Johan Musseuw.
La cita belga, una de las más esperadas dentro de las Clásicas de Primavera, así como del resto de la temporada, se disputó entre Brujas y Oudenaarde en un renovado trazado de 256 kilómetros que atravesaron un total de 16 muros -entre los km. 115,2 y 242,7-, de los que diez fueron de tramos adoquinados.
La fuga del día no tardó demasiado en formarse, pues un grupo de 15 corredores tomó la cabeza a partir del kilómetro 16. Entre los escapados, Euskaltel-Euskadi logró tener representación gracias a la figura de Peio Bilbao, que estuvo muy atento a los cortes y acertó al elegir el bueno. Junto al gernikarra, hombres como Pablo Lastras, o Tyler Farrar completaron la fuga, que llegó a contar con poco más de seis minutos como máxima diferencia con respecto al pelotón.
retirada de cancellara Los corredores, que fueron superando entre pinchazos, caídas y demás contratiempos a duras penas los tramos de pavés, vieron cómo a falta de 61 kilómetros para el final de la etapa uno de los principales favoritos sufría una aparatosa caída que el obligaba a retirarse. Fabian Cancellara, que ya ganó en 2010 el Tour de Flandes, debió poner pie a tierra como consecuencia de una triple factura de clavícula, lo que le mantendrá fuera de las carreteras varias semanas.
La retirada del suizo dio más papeletas a Tom Boonen para lograr la victoria, aunque el eslovaco Peter Sagan no quiso tirar la toalla en ningún momento. La neutralización de la fuga a poco más de 50 kilómetros para el final fue la antesala de los ataques, que tuvieron a Sagan y a Boonen como principales protagonistas. Fueron esos dos corredores quienes dinamitaron la carrera, quienes consiguieron hacer una importante selección, aunque no la definitiva.
Esta llegaría a 18 km. para el final, tras un duro ataque al término del penúltimo muro de Pozzato, Ballan y el belga del Omega-Quick Step. El trío de cabeza, que fue abriendo hueco poco a poco pese a los continuos intentos del eslovaco por contactar, terminó jugándose la victoria en un apretado sprint. El hombre del BMC, que intentó por todos los medios evitar llegar todos juntos, no encontró premio a su propósito y tuvo que conformarse con ser tercero. El golpe de Boonen a falta de 250 metros fue decisivo para sentenciar a Ballan, no así a Pozzato, que aguantó hasta la línea de meta, donde fue superado por el belga únicamente por unos pocos milímetros, un suspiro.