HASTA diciembre no cumplirá los 29 años, pero Alberto Contador hace tiempo que es una de las figuras históricas del ciclismo. Lleva cinco años imbatido en las tres grandes, en los que ha acumulado tres Tours de Francia, dos Giros de Italia y una Vuelta a España. Una cosecha de seis pruebas consecutivas que le sitúa como el séptimo corredor de la historia en el ranking de las grandes vueltas. Solo le superan Eddy Merckx (11 triunfos, diez seguidos), Bernard Hinault (10), Jacques Anquetil (8) y Fausto Coppi, Miguel Indurain y Lance Armstrong (7). Por detrás ya deja a Alfredo Binda, Gino Bartali y Felice Gimondi, que se quedaron en cinco.

De todos ellos, solo cinco poseen las tres grandes en su palmarés: Merckx, Hinault, Anquetil, Gimondi y Contador. A Coppi le faltó la Vuelta -solo disputó una edición, la de 1959, su última temporada antes de su enigmática muerte-, lo mismo que a Indurain -fue segundo en 1991 tras Melcior Mauri-. Armstrong solo triunfó en el Tour.

Contador ha alcanzado la sexta grande con 28 años y cinco meses. Sin duda, un alarde de precocidad que solo mejoran Merckx, que en el Giro de 1972 alcanzó la media docena seis días antes de cumplir los 27; e Hinault, que hizo lo propio una década después con 27 años y siete meses. Curiosamente, ambos encadenaron la séptima un mes después al vencer en el Tour, un botín al que también podría aspirar este año el pinteño. Sin embargo, ni el Caníbal ni el Caimán alargaron en exceso su vejez deportiva: su última gran vuelta les llegó en la campaña que cumplían 31 años.

Anquetil también era veinteañero cuando sumó su sexto entorchado en el Tour de 1963, con 29 años y medio. Indurain lo hizo nada más celebrar su 30º cumpleaños, mientras que a Coppi y Armstrong les faltaban dos meses para llegar a los 33.

¿Alcanzará Contador el séptimo cielo? Nadie duda de que lo puede lograr, siempre y cuando el TAS no resuelva en su contra y le merme su cofre de oro. Hay quien le ha achacado en este Giro que entre sus rivales no estaban Ivan Basso, Cadel Evans o Andy Schleck. Lo cual no tiene mucho sentido, porque cada uno gana ante los ciclistas que le toca y, por ejemplo, Denis Menchov, dos veces tercero en el Tour, ha acabado perdido a doce minutos de un Contador más fuerte que nunca, solo similar al del Tour de 2009.