donostia. Destrozado. Física y anímicamente. Los sueños de Igor Antón y de buena parte de la afición vasca se estrellaron ayer contra el asfalto. Más concretamente, a seis kilómetros de la meta de Peña Cabarga. El corredor de Euskaltel Euskadi sufrió entonces una caída junto a su compañero Egoi Martínez que le fracturó el codo, y tuvo que decir adiós a la Vuelta a España cuando vestía un maillot rojo que quedó hecho girones a consecuencia de su caída.

Antón fue trasladado al Hospital de Cruces, en Baracaldo, para ser examinado de las lesiones que se ha producido en la caída. La primera valoración del médico de la Vuelta es que el vizcaino podría sufrir una fractura de codo, diagnóstico que deberá ser confirmado con las pertinentes radiografías.

Egoi Martínez, quien fue trasladado en ambulancia a un hospital de Santander con posible fractura de clavícula.

Al producirse la caída, la carrera de disponía a vivir su momento clave en el tan esperado ascenso final a Peña Cabarga, en la primera cita de los favoritos en el tríptico de montaña cantábrica. A 6 kilómetros de meta, la mala suerte arruinó las ilusiones de Igor Antón, quien tiene "la negra" con la Vuelta. Su compañero Egoi Martínez se fue al asfalto, y el detrás. Se destrozó la camiseta roja, se manchó de abundante sangre y se marchó directo al coche del director. Fuji quedó fuera de combate con el brazo derecho destrozado.

Un episodio tristemente familiar para el chico de Galdakao, ya que en 2008 se rompió la clavícula y el trocánter camino del Angliru, bajando El Cordal, cuando era sexto en la general, en disputa con Contador y Valverde.

Con el líder camino del hospital, la carrera siguió su curso. La batalla se disputó con la baja del ciclista más en forma del pelotón. "Purito" Rodríguez tenía una cuenta pendiente desde Andorra, el día que perdió el maillot rojo y fue desalojado del podio.

El catalán libró un pulso con Nibali en las rampas de Peña Cabarga, que en sus 6 kilómetros de ascenso incluía muros del 20 por ciento. Había atacado el italiano a 1,4 kilómetros de la cima. El tiburón olió la presa y quemó las naves, pero no pudo evitar que Purito le alcanzara y luego le dejara plantado. El jefe de filas del Katusha entró con 20 segundos de adelanto sobre Nibali y 22 respecto a Ezequiel Mosquera (Xacobeo). "Esta vez se impuso la cabeza y no el corazón", señaló el ganador.

Desde la Peña Cabarga esperaba Antón ver Madrid un poco más cerca, pero la capital sólo se le acercó a Nibali, el nuevo capo. Su pelea con Purito terminó con la escapada. Dio batalla el Xacobeo, que lanzó a Dapena, pero el órdago lo puso encima de la mesa Quim Rodríguez, rehabilitado y de nuevo armado de moral. Su quinta victoria de la temporada y la segunda en sus cinco participaciones en una Vuelta sin Antón.