Alcoi. "Para algunos sigue vigente la dictadura", bramó ayer en el diario informaciones.es de Alicante Vicente Belda, que habla como corría, sin complejos, directo. A hachazos. La entrevista está llena de ellos. Uno: "Soy víctima de una injusticia. Cometí errores, pero no mayores que otros que aún siguen en el candelero. Tanto yo como Manolo Saiz fuimos señalados como malditos". Se refiere Belda a la Operación Puerto, que destapó en mayo de 2006 una trama de dopaje cuya cabeza era el médico Eufemiano Fuentes y en la que salieron a la luz pública el nombre de varios ciclistas que vieron sus carreras cercenadas.
"Existe tanta hipocresía", se queja el ex ciclista de Cocentaina; "a Manolo y a mí no se nos permite volver. Y sucede lo mismo con otros corredores como Roberto Heras o Marcos Serrano, a los que les presionaron para que no lo hicieran. Dicen que en este país existe democracia, pero a mí se me impide ejercer mi trabajo en España desde 2005 sin haber hecho nada. Cada vez que he sacado la cabeza me la han trincado".
Belda también opina sobre Alejandro Valverde, sancionado después de cuatro años de persecución, "pero ha podido disfrutar de tres años de ciclista, ha ganado dinero por ello mientras otros compañeros de profesión no lo han podido hacer", y insiste en la existencia de una mano negra en toda la trama "en la que a algunos se nos ha colocado ante el paredón mientras que otros, que también aparecen en los sumarios, han salido inmaculados".
"Algún día se conocerá la verdad", advierte el alicantino, que asegura que tanto Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, como la Fiscalía "pretenden que el proceso se prolongue lo máximo posible". "Mientras tanto, muchos corredores están pagando el pato. Los alicantinos Cherro, Lloret y David Muñoz no tenían nada que ver con la Operación Puerto y se han visto obligados a retirarse, mientras que a Rubén Plaza le han hecho la vida imposible. Lo mismo ocurre conmigo. En todo el sumario sólo existe una conversación mía con Eufemiano Fuentes, donde le pregunto por su niña que estaba enferma", abunda Belda, que no titubea cuando le preguntan si cree que se han tapado los nombres de otros deportistas. "La policía entró en el despacho de Eufemiano Fuentes y revisó infinidad de historiales médicos", explica. "Y sorprende que sólo salgan a la luz los de corredores vinculados a Saáiz y a mí. Además, Fuentes asegura que sólo el 30% pertenecían a ciclistas y el resto eran de atletas, futbolistas, tenistas... Nada se ha sabido de ello".