Ciclista del Quick Step

Donostia. Su condición de vencedor en 2009, convierte a Carlos Barredo en uno de los protagonistas en la salida de la Clásica de San Sebastián. Sin embargo, el asturiano quiere tener relevancia en la meta.

¿Motiva salir hoy con el dorsal 1?

Claro que me motiva. La victoria del año pasado fue muy importante para mí, porque tenía el sueño de ganar una clásica y lo conseguí en San Sebastián. Tal y como terminé el Tour, que cada día me encontraba mejor, llego bien a la Clásica, así que intentaré repetir.

Si ganar una vez es difícil, repetir...

(Risas) Pero, como digo yo, siempre que se sale con el dorsal a la espalda, se puede conseguir. De cabeza estoy muy mentalizado para hacerlo bien. Mi objetivo es el podio, pero intentaré conseguir la victoria. ¿Por qué no?

Estando bien, el cambio del trazado le favorece.

Sí. Lo estaba hablando ahora mismo -ayer por la tarde- con un compañero y los directores. El cambio nos favorece a los que venimos del Tour, porque el grupo será más selecto y ahí es más fácil moverse.

¿Los que vienen del Tour se sienten más favoritos que el resto?

Yo creo que el ganador del Tour será alguno que venga del Tour, aunque también cuentan Gilbert o Pozzato.

¿Y entre los que vienen del Tour?

Damiano Cunego, Samuel Sánchez, Joaquim Rodríguez... Luisle también puede estar delante. Sé que alguno se me escapa... Espera...

En la página de al lado destaco a Vinokourov y, aunque es demasiado lento y debería llegar solo, a Schleck.

¡Ah, sí! Se me escapaba Vinokourov, ése va a ser muy, muy peligroso. Schleck, en cambio, no.

¿Ganar en 2009 le cambió su mentalidad o su estatus en el equipo?

Claro que sí. Había estado cerca del ganador aquí mismo, que una vez fui cuarto -fue quinto en 2007-, en Flandes, en Zúrich o en Lombardía, pero en San Sebastián el sueño pasó a ser realidad. Ves que lo puedes lograr, y eso también te cambia el estatus en el equipo y dentro del pelotón.

¿Le ha dado muchas vueltas a la etapa que se le escapó en Pau?

(Se ríe) Alguna que otra ya le di, sí. Pero ya pasó, y habrá que volver al Tour a ver si se gana una etapa.

Venía a bloque, y el repecho final fue su puntilla...

Sí. Venía a tope y pegaba mucho viento de cara. Era la etapa reina del Tour, con una salida muy rápida, en la escapada subimos el Aspin a ataques, y eso hace que vayas más justo, y cuando te encuentras una carretera ancha y con viento en contra, todo se hace más difícil.

¿Había salido alguna vez en profesionales con el uno a la espalda?

Alguna vez sí, pero no por haber ganado el año anterior. De esta forma es la primera, y es especial.