"¿Nervioso yo? Bastante"
El argentino Daniel Díaz probará con el Footon-Servetto Tras vencer en la Vuelta a Madrid, el domingo estará en el Circuito de Getxo con la escuadra ProTour de "Matxin"
donostia. Todo por un sueño. Daniel Ricardo Díaz, natural de Salta, región situada al norte de Argentina, cruzó el charco a finales de marzo rumbo a Euskadi. Es un ciclista con instinto ganador, era un habitual de la selección de su país desde las categorías inferiores. De hecho, fue el seleccionador albiceleste, tras una buena temporada de Dani, quien contactó con el actual representante del corredor, Unai Erentxun, quien a su vez habló con Rubén Gorospe, director del Cafés Baqué, sobre un chaval bajito que lo ganaba todo. Llegó a Euskadi, y a la tercera carrera que corrió, demostró que era distinto, de otra raza. Un ganador nato. Cuentan que, cuando se instaló en Txakurzulo -donde residen los foráneos del conjunto cafetero-, el argentino se fue a buscar cuestas. Sus piernas, acostumbradas a las carreras llanas se lo pedían. Daniel descubrió Ixua y más tarde Urkiola, santuarios del ciclismo vasco. Él lo sabía. Sus músculos se adaptaban a la perfección a las fuertes pendientes, donde encontraban su hábitat natural. Un todoterreno que necesitaba cambiar de aires, de lugares, para encontrarse. Argentina-Euskadi, un salto en busca de otro salto. Mucho mayor. Ser ciclista profesional.
Sólo cinco meses le han bastado al sudamericano para cumplir su sueño. El próximo domingo estará en Arriluze, en la salida del Circuito de Getxo. Y lo hará con el maillot dorado del Footon-Servetto. El equipo de Joxean Fernández Matxin contará con Díaz y el israelí Ran Margaliot como stagiares -ciclistas a prueba- hasta el final de la presente temporada. Un buen banco de pruebas que espera aprovechar el argentino.
A cinco días del debut los nervios afloran. "¿Nervioso? Bastante. Pero es normal. Es lo que siempre soñé y ver que se está cumpliendo y que tengo una buena oportunidad ahí... Ahora tengo que confiar en mí" dice el joven de 20 años.
Tiene motivos para confiar en sus posibilidades. En media temporada se ha convertido en el terror del pelotón aficionado, el rival a batir. En Legazpi, Manolo Saiz lo comparó con un antiguo discípulo suyo. Un tal David Etxebarria. Rápido, fuerte y con chispa. Casi nada. "Está siendo una buena campaña. Aguanté bien la primera parte de la temporada a muy buen nivel, hasta la Vuelta a Navarra. Hice un parón para retomar la segunda parte de la temporada y, afortunadamente, los resultados han seguido acompañando".
Le espera un salto de categoría importante, pero no tiene razones para estar demasiado preocupado. Está fuerte y viene rodado. Prueba de ello es el reciente triunfo que consiguió el pasado domingo en la Vuelta a Madrid. "Gracias al equipo", dice humildemente. La posibilidad que le ofrece el Footon-Servetto, sin embargo, no le asegura un dorsal en 2011. Pero algo malo tendría que pasar para que el argentino no continúe la temporada que viene. "Espero servir para ser profesional". Lo dice, con respeto, un ganador nato.
Confirmarse está en sus manos, o en sus piernas. Pero Dani no se olvida de quienes le han ayudado. "La experiencia en Baqué ha sido fantástica. Desde el primer día en que llegué, me hicieron sentirme muy cómodo, tanto la familia Baqué como Ruben (Gorospe). No sé si hubiera ganado tantas carreras de no ser por sus consejos", agradece el argentino.