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"Me coloqué justo detrás de la rueda de Mark Renshaw y sabía que él me llevaría en buen lugar. Esta mañana, cuando miramos el final, no sabíamos que había una subida, pero Erik Zabel nos informó que el terreno no era plano. Es una sensación increíble de imponerse al final. Toda la presión que he acumulado durante el año se ha terminado. Y era el objetivo del año ganar aquí. He tenido dudas sobre mí mismo, especialmente ayer, pero hemos hecho una buena actuación y ¡está bien ganar, por fin!".

"La intención era coger una fuga pero no con sólo dos compañeros. Lo que pasa es que una vez que vas delante ya no puedes parar. Tampoco hemos ido muy rápido y no sacamos mucho tiempo al pelotón. A los esprinters sólo les quedaban la etapa de hoy (por ayer) y la de mañana (por hoy) antes de llegar a la montaña y no iban a dejarnos. Cuando se acercó el pelotón, pensé que aun me quedaba una posibilidad y ataqué otra vez. Quería aprovechar el momento en que el grupo suele relajarse al alcanzar a una escapada. Lo di todo, pero en un día de tanto calor noté la fatiga. Habrá que seguir intentándolo".

"Ha sido un día de calor sofocante. En esta carrera todas las jornadas toca algo que aún endurece más su desarrollo. Las caídas, el pavés, ahora el calor... Estos factores hacen que las fuerzas mermen aún más de lo normal, se va acumulando desgaste, que en una carrera de tres semanas tiene mucha importancia. Nos hemos preocupado de hidratarnos de manera adecuada para que el calor hiciese la menor mella posible. Imagino que mañana (por hoy) tocará una etapa similar, con altas temperaturas, escapada y posible sprint. Son días que tenemos que ir superando hasta que lleguen trazados más montañosos".