Estos vientos tóxicos y de odio que están levantado las públicas ideas de extrema derecha, están dinamitando la convivencia por un falso buenismo que nos va a llevar al abismo. Alguien ha pensado que para ser los más guays de la democracia, tienen que tener los mismos derechos los racistas por ejemplo que los antirracistas, los maltratadores que sus víctimas, y no es así, por una cuestión de lógica humana y humanista tenemos que volver a recuperar el sentido común y los que promulgan el odio y los violentos que quieren todo por la fuerza sin razón ninguna, más allá de que ellos lo quieran así y creerse en sus delirios elegidos por la gracia de Dios, no se les puede permitir blanquear sus crueldades paranoicas y prehistóricas en una sociedad civilizada, a pesar de que sus graznidos siempre se escucharán porque muchos anidan en puestos relevantes y de poder en algunos medios de comunicación, pero no se pueden normalizar por el bien del conjunto de la sociedad. Las sustancias tóxicas siempre están separadas del resto de materiales para que no acabe perdiéndose toda la carga, al terminar toda ella contaminada y corrompida. Hay que recordar que según los expertos hay partes del cuerpo humano que no nos sirven para nada, por lo que prescindir de la ideología de Vox para ser un país más democrático y más sano, no sería contradictorio.
