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Flaco favor

Pues no. Los corderos no matan carniceros, es al revés. Ni árbol ni denuncia desafortunada de agresión homófoba falsa, en el debe de un muchacho que parece ser ocultó a su pareja una relación consentida, impedirá fijarme en el fúnebre sol que están sufriendo de manera continuada colectivos discriminados, como es el caso de LGTBI. La estadística es la que es y los expertos predicadores empecinados en discursos estólidos, autoritarios, intolerantes y negacionistas, son los que son. Nada ni nadie puede ni debería esconder la cruda realidad de la vileza mafiosa al atípico, patadas al desemejante... y muerte. Leyes fláccidas, legisladores ambiguos, líderes y ciudadanos de a pie inductores de agresiones callejeras, cuya velocidad evolutiva de desarrollo intelectual se identifica con las estalactitas... Esta denuncia ha hecho flaco favor y nulo respeto hacia aquellos que, frente a él, sí han sufrido agresiones, discriminaciones y acosos; error. Flaco favor y aire fresco para los que intentan convertir un caso puntual en combustible para el tren que insiste en arrollar al partido antípoda, por solidario y tolerante con todo lo que, para los fanáticos, significa ser diferente. Insisto: El árbol, aunque sea una secuoya, no ocultará lo importante. “Un, dos, tres, ni un pasito p’atrás...”.