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Taxis y borrachos

Por desgracia las fiestas y el alcohol siguen estando lamentablemente unidos. Por eso cuando alguien va de fiesta y bebe más de la cuenta es aconsejable (obligatorio diría yo) no conducir y hacer uso del transporte público. Pero una cosa es ser un servicio público y otra distinta ser el recogetodo. Por eso algunos taxistas se niegan a montar en sus coches a gente que va muy pasada por miedo a que en el trayecto pueda pasar... de todo. Incluso, dicen, los hay que se quedan dormidos en el coche y luego no hay quien los despierte. Lo dicho, están para servir al ciudadano pero... hasta cierto punto.