Indignacion, rabia e impotencia
Estas son las sensaciones que me recorren al enterarme de que nuestro Ayuntamiento, en defensa del interés general, ha otorgado la licencia de derribo del inmueble de Miracruz 19. Les agradezco enormemente a los señores Goia y Ramos que nos hayan dejado tan claro a todos sus potenciales votantes cuáles son los intereses que defienden desde sus puestos. Muchos donostiarras recuerdan el tema del derribo del Kursaal hablando de barbaridades urbanísticas. Pues bien, este caso es doblemente más grave ya que nuestros representantes los hemos elegido nosotros y la construcción que se propone carece de relevancia. No voy a olvidar nunca que no nos han defendido a los donostiarras en este tema sino al interés particular y a la especulación urbanística. Lo recordaré cuando vaya a votar dentro de dos semanas, y cuando toque elegir alcalde seguiré recordándolo. Espero que esta decisión les pase una grandísima factura electoral a sus respectivos partidos. Lo merecen, sin duda.