Quebranto en Kutxabank
Ante el episodio acaecido en Kutxabank, quiero anticipar a la lectura de esta carta mi confianza en don Mario Fernández y mi respeto a su presunción de inocencia, mas no deja de ser curioso que con un ingreso de 243.592,02 euros quede satisfecho el quebranto económico causado a la institución Kutxabank, exigua cantidad para la entidad y publicada en los medios.
Es de entender que el denominado grupo de control respirara aliviado. ¿En qué mundo viven? Por favor, salgan de su burbuja, prescindan de su egolatría y pónganse a trabajar para paliar los otros quebrantos. ¿Cuándo satisfarán el quebranto de la credibilidad, el quebranto de las familias rotas, el de irreparable suicidio o el del IRPH?
Recuerden que Kutxabank nació y creció hasta llegar a ser lo que es con el esfuerzo, sudor y lágrimas de todo un pueblo trabajador.
Parece ser que ustedes, desde su posición, disponen a su libre albedrío la forma y manera de repartir prebendas y favores a este, ese o aquel.
Aparte de sus dietas y cobros por asistencia, amén de sus abultados emolumentos. ¿Cómo es posible que con tan rimbombante nombre (Grupo de control) se les cuelen casos donde mayoritariamente están implicados políticos, expolíticos, partidos y sindicatos, todos ellos poseedores de llaves mágicas que abren todas las puertas mientras las mismas permanecen cerradas a cal y canto para el común de los mortales.
Todo esto sería evitable si ustedes, el todopoderoso grupo de control, hicieran uso de la transparencia y dieran cuenta de cómo y por qué se adjudica el título de cliente preferente, dejando a un lado al ciudadano de a pie al que la cantidad de 243.592,02 euros no le parece en absoluto exigua, cuando menos a quien por cantidades infinitamente más exiguas se les ha despojado de su vivienda, negocios y, lo que es más cruento, de su propia dignidad. Quisiera terminar con un ruego: tranquilicen a sus clientes y confíen más en ellos y recuerden que un grano no hace granero pero ayuda al compañero.