Como familiares de una persona atendida durante años en la residencia Alai Etxe de Donostia, quisiéramos agradecer a los y las trabajadoras de la misma por la atención y el bienestar que les brindan a nuestros mayores cuando ya no pueden vivir en casa, ya que les aportan una tranquilidad y les transmiten el mismo cariño que les daría la familia.
Por ello, quisiéramos dar las gracias al personal de recepción, enfermería, dirección y, especialmente, a los auxiliares, ya que son ellos los que están todo el día pendientes de los mayores.
Un trabajo duro y vocacional -cualquiera no lo haría- que creemos que no está debidamente valorado.
También queremos recordar y recalcar al Grupo Biharko dicha ingente labor que realizan sus empleados y que de ellos depende que nuestros mayores reciban el cariño y bienestar que, nosotros, los familiares, por diversas circunstancias, no podríamos darles durante las 24 horas.
Asimismo, tenemos que agradecer también a la Diputación Foral de Gipuzkoa que, pese a la situación económica actual, siga haciendo un esfuerzo a nivel económico en pro del bienestar de nuestros mayores, que han trabajado durante toda su vida y merecen todo el bienestar.