El gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, afirma que "si los sueldos no se moderan, la recuperación económica no se dará en el corto plazo". Nada más lejos de la realidad. En primer lugar, los sueldos de los trabajadores en este país han perdido de un tiempo a esta parte poder adquisitivo tanto en el sector público como en el privado -en el público debido a recortes salariales y en el privado por ser las revisiones salariales tan moderadas- con subidas inferiores a la media europea y por debajo del IPC.
Si a la pérdida de poder adquisitivo le añadimos la precariedad en el mercado laboral, unida a la incertidumbre, son factores que frenan sobremanera el consumo privado, parámetro básico en todo tipo de recuperación económica. Además, conviene recordar que la debilidad en el consumo arrastra al estancamiento de la inversión empresarial por ser ésta una variable dependiente de aquélla otra.
Y para terminar, recordemos que los gobiernos -tanto central como autonómicos- están metidos de lleno en políticas antidéficit o contractivas que fomentan el enfriamiento económico por el recorte en gasto público y el aumento de la presión fiscal. Por lo tanto, se me antoja fundamental que los sueldos mantengan como mínimo su poder adquisitivo, o en su caso lo mejoren, para hacer así de tractor de la economía, tirando del consumo primero y la inversión después, lo que nos llevaría en el corto plazo a la recuperación.