Una vez más, el mazazo del cáncer de mama maligno ha invadido el organismo a una joven y activa mujer. Yo, desde aquí, quiero hacer un llamamiento en su nombre a los lectores y lectoras para que el día 15 de agosto, fiesta de todas las vírgenes, por la tarde dediquen por unos momentos, cuando Marí José sea intervenida, la fuerza de todas las mentes unidas para que el cáncer sea reducido y extirpado. Para que con el calor de todos los corazones le hagamos llegar esa luz y ese calor benefactor que haga desaparecer para siempre el maligno tumor. Todos y todas lo agradeceremos y María José, que por primera vez este año acudió al maratón por el cáncer de mama, no lo olvidará nunca y seguirá brindado su amistad, su buen hacer y su alegría a los que la conocemos.
Vaya para ella un sentir muy cercano en estos momentos y muchas gracias por vuestra fuerza para el día 15 de agosto.