Estoy totalmente de acuerdo con la decisión que ha tomado el Parlamento de Cataluña prohibiendo las corridas de toros a partir del 1 de enero de 2012. Una decisión tomada en el ámbito de las competencias autonómicas según recoge la propia constitución española. Ya en el año 1.991 se acordó lo mismo en las Islas Canarias y no se formó ningún revuelo al respecto. Pero claro, cuando este tipo de decisiones legales y amparadas por la constitución española se toman en Cataluña y espero y deseo que más pronto que tarde también en Euskadi, se arma la que se arma por obtener beneficios electorales fuera de ambas comunidades autónomas. El Partido Popular que se presenta como defensor de la Constitución y por tanto de la capacidad legislativa de sus autonomías, cuando ve que una de ellas legisla y la materia legislada no es de su agrado, dicho partido considera que es un ataque y pretende que dicha fiesta "la muerte del toro ante miles de personas en la plaza" sea declarada por el Parlamento Nacional como patrimonio cultural nacional por ley. Ante ello lo tiene muy fácil el Partido Popular: De cara a las próximas citas electorales que figure en su programa electoral muy clarito que no está de acuerdo con la capacidad legislativa de las comunidades autónomas y así el ciudadano sabrá a qué atenerse cuando deposite su voto.

En cuanto a Euskadi, si entre sus competencias está previsto la posible prohibición de la mal llamada, a mi entender, fiesta del toro soy partidaria de dicha prohibición. Poca fiesta considero yo, cuando el fin de la misma es el sufrimiento inútil, aberrante e innecesario de dicho animal

Nekane Ubiria