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Vivienda libre en Hondarribia

En relación a la información publicada en su periódico en torno a la denuncia del PSOE de Hondarribia sobre la carestía de la vivienda libre desearía puntualizar lo siguiente.

Cierto es que Hondarribia tiene uno de los precios más elevados del Estado en lo referente a vivienda libre. Como su propio nombre indica, el mercado de la vivienda no protegida, por desgracia, es libre, lo cual significa que su precio final lo marca el propio mercado, el mejor postor. En el sistema existente, el mayor exponente del libre mercado, del neoliberalismo, del capitalismo más salvaje, es el que nos ha llevado, en gran medida, a la desastrosa situación económica actual. En el Estado español, además, la propiedad del suelo tiene un impacto exagerado en el precio final de la vivienda libre, mucho mayor que en Europa. La capacidad de una Administración local para regular o paliar esos efecto es nula, no tenemos ningún instrumento legal para poder hacerlo. Es al Estado a quien, entre otras cosas, le corresponde legislar aspectos tan importantes como la valoración del suelo (igual en todo el Estado), o la elaboración de una ley hipotecaria, existente en otros países europeos, una ley que no permite endeudarse a las familias por encima de un porcentaje x de sus ingresos. El PSOE podía haber derogado la ley 6/98 de valoraciones del suelo para convertirla en una ley no especulativa, y no lo hizo, la burbuja seguía creciendo y todos contentos. Hay recordar que la valoración especulativa del suelo repercute en más de la mitad del precio final de la vivienda.

Pero no nos engañemos, los diferentes gobiernos del Estado, incluidos los del PSOE han seguido una política de vivienda cuyo leit motiv era la barra libre, el sálvese quien pueda, el especule como pueda. Todo iba bien y no importaba que este modelo de crecimiento fuera económico, social y medioambientalmente insostenible. En el Estado español se han construido en diez años seis millones de viviendas, más viviendas que en Francia, Italia, Alemania e Inglaterra juntos. Existen más de un millón de viviendas nuevas sin vender y otro millón vacías. La política de vivienda desarrollada en el Estado estos últimos años ha sido el mayor exponente del pelotazo, de la especulación y la pandereta.

El precio de la vivienda libre depende de la apetencia de las personas por vivir en tal o cual lugar. Claro y notorio es que Hondarribia es un lugar apetecido por los hondarribiarras y los foráneos, es un lugar bello y tranquilo pero con gran actividad, que le hace ser un lugar deseado por muchos pero accesible para pocos. Ante este panorama el Ayuntamiento está realizando una política de fomento de vivienda protegida decidida. Por supuesto que nos gustaría más celeridad entre promoción y promoción, pero las cosas llevan su tiempo. Conscientes de ello, en el caso de Muliate, hemos dejado parte de la promoción, 65 viviendas, cuya gestión comenzaremos en breve para que los hondarribiarras no se vean obligados a esperar tantos años hasta la siguiente.

Pienso que la apuesta del equipo de gobierno por la vivienda protegida, en alquiler y tasada es decidida, así como la apuesta del resto de los grupos municipales, lo creo de verdad. Pero no se puede pretender que el Ayuntamiento regule el precio de la vivienda libre porque eso, sencillamente, es imposible. Se me ocurre una pregunta para el grupo socialista, ¿Qué le parece al PSOE local que el departamento de vivienda venda la propiedad del derecho de superficie de casi 12.000 viviendas protegidas? Sin duda un paso atrás.