2009 no arroja nada nuevo sobre la falta de sensibilidad del gobierno municipal de Errenteria frente a la grave problemática de la vivienda. Nuestras esperanzas en las obligaciones impuestas por la Ley 2/06 del Suelo y Urbanismo una vez más caen en saco roto.

El equipo de gobierno (PSOE, PNV y H1!) y su incondicional aliado, el PP, han aprobado la Cuenta General del 2009 y con ella también la gestión realizada en política de vivienda.

Aun a riesgo de ser reiterativo, hay que decir que la mencionada ley establece que el fin preferente al que se deben destinar los recursos económicos en ella fijados, insisto el preferente, es la promoción y construcción de vivienda de protección oficial. A tenor de lo dictado por esta ley, en 2009 se debían haber destinado a los fines en ella recogidos cerca de 2,5 millones de euros.

Según el informe técnico preceptivo, el Ayuntamiento ha destinado casi el doble, 4,7 millones. Pero es evidente que esta cifra se utiliza de manera interesada para encubrir su ineficaz gestión y su incumplimiento de las prioridades establecidas en la referida ley. De la lectura de la relación de gastos que componen los 4,7 millones gastados, sólo encontramos 271.000 euros destinados a la rehabilitación de dos viviendas municipales.

Las políticas públicas se manifiestan incapaces para plantear soluciones a esta cada vez más dramática problemática de la vivienda. El equipo de gobierno de este municipio es un claro ejemplo de ello y los datos así lo corroboran. El balance de los tres últimos años no puede ser más decepcionante. De los 14,7 millones de euros gastados en cumplimiento de la referida ley, sólo se han destinado a vivienda los 271.000 euros antes citados.

Para hacer frente a uno de los principales problemas de la sociedad, para cumplir con el fin prioritario de la ley, este equipo de gobierno sólo dedica el 1,8 % de lo que en cumplimiento de ésta ha gastado en los tres últimos años. Nada les importa la contundencia de estos datos, nada esta cruda realidad; seguirán vendiendo falsas promesas que saben que no cumplirán. Con este tema mienten cada vez que abren la boca.