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Las cosas claras

El señor González Merino, en contestación a la carta de un ciudadano sobre el Alarde de Irun, se mete con la institución del Ararteko de forma innecesaria e irrespetuosa. Y con información parcial pues omite algunos pronunciamientos judiciales fundamentales. La sentencia del Tribunal Supremo de 28 de mayo de 2008 confirma otra anterior del Tribunal Superior del País Vasco de 21 de junio de 2002; sostienen ambas que el Alarde tradicional, al tratarse de una actividad privada, no se ve afectado por el derecho constitucional a la igualdad porque sus promotores lo pueden organizar conforme a sus criterios.

Olvida decir el interpelante que los mismos tribunales dijeron años atrás (TSJPV del 17 de enero de 1998, ratificada por el TS el 19 de septiembre de 2002) que las mujeres tienen derecho, al amparo del art. 14 de la Constitución, a "participar en el Alarde de San Marcial en igualdad de condiciones que sus conciudadanos varones" y en consecuencia declararon nula de pleno derecho la resolución de la Alcaldía-Presidencia del Ayuntamiento de Irun de 31 de enero de 1997 que autorizaba la celebración del Alarde tradicional.

Y es que un Alarde público organizado al modo "tradicional" resulta contrario al ordenamiento jurídico, por discriminatorio. La consecuencia de esta sentencia fue, precisamente, la privatización del Alarde tradicional y su organización por parte de una asociación privada.

Disponemos, en consecuencia, de dos pronunciamientos judiciales que han de ser aplicados de manera compatible: a) las mujeres que lo deseen han de poder participar en el Alarde en las mismas condiciones que los hombres; por tanto, el Alarde mixto debe ser organizado necesariamente; b) el Alarde tradicional organizado por una entidad privada no vulnera el artículo 14 de la Constitución.

Hay una tercera pieza jurídica que no debemos obviar: la ley 4/2005 del Parlamento Vasco de igualdad de mujeres y hombres, aprobada por abrumadora mayoría. El artículo 25 de dicha ley establece, entre otras cosas, el deber de las administraciones públicas vascas "para promover un acceso y participación equilibrada de mujeres y hombres en todas las actividades culturales". El Ararteko, en su calidad de alto comisionado del Parlamento Vasco, no hace sino recordar cada año ese deber al alcalde y al Ayuntamiento de Irun según la citada Ley de Igualdad. Y lo hace con un planteamiento positivo y constructivo, sin realizar un solo comentario sobre el Alarde privado tradicional, y demandando el apoyo de las instituciones, como es su deber, al Alarde mixto igualitario.