En un principio no parece que ser integrante de una orquesta sinfónica sea una profesión de riesgo. Pero visto lo sucedido hace unos días en Córdoba habrá que replanteárselo, porque pudo ocurrir una tragedia pero por suerte quedó en un tremendo susto.
Ensayo en el Gran Teatro
La Orquesta de Córdoba estaba realizando durante la mañana un ensayo general en el Gran Teatro de la ciudad andaluza de cara al concierto que iba a ofrecer esa misma tarde. Todo transcurría con normalidad cuando de repente algo se desprendió del techo, situado a 18 metros de altura, y cayó con estrépito hasta el suelo a escasos centímetros de donde se encontraba trabajando el director de la orquesta, Salvador Vázquez. En el vídeo, se ve cómo segundos antes ya se oye un ruido proveniente del techo, lo que hace que muchos músicos dejen de tocar, e inmediatamente se desploma el objeto.
Según medios locales, lo que se desprendió del techo fue una bolsa con recubrimiento metálico que sujeta la cadena de un motor de los que se encuentran arriba del escenario. La razón de que cayera fue que se rompió uno de los asideros de la bolsa. Es decir, un objeto pesado que cayó repentinamente desde 18 metros de altura, con la enorme fortuna de que no impactó en ninguno de los cincuenta músicos que se encontraban ensayando, ya que no habrían tenido tiempo de huir.
Comprobaciones y concierto
Rápidamente se desalojó el escenario y la dirección técnica del teatro procedió a revisarlo. Posteriormente el servicio de prevención del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE) realizó las comprobaciones necesarias, certificó que todo estaba en orden y se pudo celebrar el concierto vespertino con normalidad y con la seguridad de los músicos garantizada.
Si bien todo quedó en un susto, el comité de empresa de la Orquesta de Córdoba denunciaba que un incidente como ese hubiera ocurrido. Pau Rodríguez, representante sindical de la formación, calificaba de “auténtico milagro” que la bolsa que se desprendió del techo cayera “en el único sitio en el que no había una persona o un músico”, y recalcaba que había habido "mucha suerte”.
"No nos sentimos seguros"
Además, Rodríguez señalaba que el comité lleva “mucho tiempo advirtiendo sobre las condiciones de trabajo” que tiene la orquesta y lamentaba profundamente que “el material no estuviera lo suficientemente revisado”, porque de haberlo estado se habría detectado que había un problema. “No nos sentimos seguros”, aseguraba, explicando que ya habían detectado otros problemas en la sujeción de la acústica y en el foso. Unas quejas que surgen de una orquesta con treinta años de vida y que no cuenta con una sede propia para ensayar.