Rigoberta Bandini (álter ego de Paula Ribó) no va a ir a Eurovisión pero ha conseguido que su canción la conozca medio mundo (hay que ver cómo se mete en la cabeza) y que su universo llegue incluso a las pastelerías. La teta gigante que simulaba un globo terráqueo (en este caso tetáqueo) que apareció como decorado en su actuación en el Festival de Benidorm (ese que ganó Chanel gracias al jurado de expertos) ya es comestible.

Ha sido un pastelero mallorquín el que ha convertido esa Tetamundi en mona de Pascua, el tradicional postre que se toma en algunas comunidades autónomas en la Cuaresma. Maties Miralles, que regenta el Forn del Pla de na Tesa, en la localidad mallorquina de Marratxí, vio la curiosa escenografía que acompañó a la canción Ay mamá de Bandini y decidió convertirla en postre.

Miralles quiso hacer las cosas bien y antes de nada decidió preguntar a la creadora de la obra, la diseñadora gráfica Marina Salazar, a quien enviaron la propuesta y que aprobó inmediatamente. Así, los clientes de ese establecimiento podrán hacerse con una de ellas en la segunda semana de abril. "No sé si es al puro estilo Delacroix, pero sí es al estilo de Marina Salazar, asegura Miralles haciendo referencia a la letra de la canción.

La primera Tetamundi la han hecho con chocolate blanco con la base rellena para imitar la que se vio en el Benidorm Fest, pero Miralles afirma que la creará “con todos los colores, porque tetas hay de todos los colores”.