El transporte público es utilizado cada día por millones de personas en el mundo para acudir a su puesto de trabajo, a su centro educativo o simplemente para evitar los inconvenientes que supone moverse por las grandes ciudades con el coche particular

Trenes, metros, autobuses o tranvías registran a diario una enorme actividad y uno de los asuntos pendientes de resolver es cómo gestionar de una forma eficiente la pérdida de objetos por parte de los usuarios que viajan en ellos. Miles de llaves, paraguas, bolsos, carteras, prendas de ropa o incluso móviles se extravían a diario y muchas veces la posibilidad de recuperarlos es muy remota.

Un autobús circula por una calle de Tokio (Japón).

Pues bien, Japón ha dado con una buena solución a este problema. Se trata de Find, una plataforma diseñada para gestionar de una forma automatizada los objetos perdidos. Está basada en inteligencia artificial (IA) y desarrollada con el apoyo de tecnologías como GPT-4o de OpenAI, y ya está operativa en más de 2.000 estaciones de transporte de todo el país.

Una herramienta muy útil

El funcionamiento de Find es tan sencillo como eficaz. Cuando alguien entrega un objeto perdido en uno de los puntos habilitados, el personal toma una fotografía y la introduce en el sistema. La herramienta analiza la imagen e identifica características como el color, la forma y otros detalles distintivos del objeto. Toda esa información se almacena en una base de datos accesible que después resultará clave para facilitar la búsqueda a los usuarios.

A continuación llega el turno a la persona que ha perdido el objeto. A través de aplicaciones de mensajería utilizadas en Japón, algunas muy populares como Line, el usuario iniciará la búsqueda de la pertenencia que ha extraviado introduciendo una descripción, señalando dónde cree que la ha perdido y, si es posible, incluyendo una imagen. Si no dispone de ella, puede seleccionar un modelo similar al objeto perdido y mostrarlo.

Dos mujeres esperan junto a un panel informativo para montarse en el metro.

Con esta información, la IA realiza una búsqueda automatizada y devuelve una lista de posibles coincidencias ordenadas de mayor a menor grado de similitud. Incluso en el caso de que se le faciliten descripciones imprecisas o incompletas, el sistema es capaz de identificar los objetos más relevantes gracias al aprendizaje automático. Si la IA finalmente confirma que el objeto pertenece al usuario, el sistema le indicará a este el lugar al que puede acudir a recogerlo

Accesibilidad y eficacia

Esta herramienta es muy accesible y resulta muy útil tanto para los residentes en Japón como para los turistas que visitan el país, puesto que está disponible en cuatro idiomas: japonés, inglés, chino y coreano. Su éxito hace pensar que pronto podría ser replicada en otras ciudades del mundo que registran una problemática similar.

Además de la innovación tecnológica que presenta, lo que hace realmente especial a Find es su enfoque práctico, ya que viene a sustituir a otros sistemas utilizados hasta ahora mucho más laboriosos y bastante menos resolutivos

Tradicionalmente la gestión de los objetos perdidos en Japón se realizaba mediante hojas de cálculo, un sistema totalmente manual, propenso a errores y muy poco eficiente. Desde julio de 2024, con la incorporación de Find, este proceso ha experimentado una enorme revolución; no solo se ha reducido el tiempo dedicado a la gestión, sino que la tasa de recuperación de objetos extraviados ha aumentado de un 10% a un 30%.

Al servicio de las personas

Ya lo ves, Find es un ejemplo más de que la inteligencia artificial bien utilizada ofrece un millón de posibilidades y de que puede usarse mucho más allá de las aplicaciones tradicionales. De esta forma, queda patente que poner la tecnología y los avances al servicio de las personas convierte a la inteligencia artificial en una aliada muy práctica y eficiente para resolver problemas reales.  

En este caso no se trata de ningún gran hito logrado en el terreno de la industria ni de la ciencia, sino que su mérito es el de resolver un problema cotidiano del ciudadano de a pie, algo tan sencillo y tan complicado a la vez como es recuperar lo que se ha perdido.