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OpenAI da marcha atrás y no se convertirá en una organización con ánimo de lucro

La compañía de inteligencia artificial, creadora de herramientas como ChatGPT, se decanta por un modelo mixto en medio de fuertes presiones

OpenAI da marcha atrás y no se convertirá en una organización con ánimo de lucroOpenAI

OpenAI, uno de los laboratorios de inteligencia artificial más influyentes del mundo y creador de populares herramientas como ChatGPT, ha decidido dar un giro importante en su proceso de reestructuración. La compañía ha confirmado que seguirá bajo la supervisión de una entidad sin ánimo de lucro, tal y como fue concebida en su fundación en 2015

Esta decisión marca un punto de inflexión frente a su reciente intento de transformarse completamente en una entidad con fines comerciales, movimiento que había generado una fuerte controversia en el sector tecnológico.

El presidente de OpenAI, Bret Taylor, anunció el cambio de rumbo en un comunicado publicado junto a una carta firmada por el consejero delegado, Sam Altman, en el blog corporativo. En él se subraya que la misión original de la organización se mantiene intacta: desarrollar una inteligencia artificial general (AGI) que beneficie a toda la humanidad.

Fuertes presiones

La decisión de OpenAI llega tras sufrir durante un tiempo fuertes presiones por parte de líderes sociales, fiscales generales de los estados de California y Delaware, y del propio Elon Musk, quien cofundó OpenAI pero abandonó la compañía en 2019. 

Musk presentó una demanda para impedir que la organización pasara a estar controlada por una estructura puramente comercial. El juicio con jurado por este caso está programado para marzo de 2026.

Musk, antiguos empleados y expertos en IA argumentan que la transformación de OpenAI en una sociedad lucrativa compromete su misión original

En este contexto, la compañía presidida por Taylor ha optado por mantener su núcleo sin ánimo de lucro a la vez que sigue adelante con una reestructuración parcial. Su filial comercial se convertirá en una corporación de beneficio público (CBP): una entidad con fines lucrativos que debe perseguir una misión social explícita. 

Un hombre chatea en el móvil con la IA de ChatGPT.

Un modelo mixto para el futuro

En diciembre de 2024, OpenAI propuso que la nueva sociedad comercial dirigiera todas sus operaciones. La finalidad era atraer más capital e impulsar el crecimiento y la previsión era alcanzar unos ingresos de 125.000 millones de dólares (unos 112.000 millones de euros) en 2029, según The Information.

Sin embargo, la resistencia interna y externa al plan ha sido tal que la organización ha decidido finalmente mantener el control de la nueva subsidiaria comercial desde su junta sin ánimo de lucro. Taylor explicó que esto permitirá alinear el crecimiento financiero con los valores fundacionales de OpenAI y distribuir beneficios de forma equitativa y sostenible.

Sam Altman destacó que Microsoft -uno de los principales inversores en la subsidiaria comercial- seguirá siendo parte clave del proceso de transición hacia el modelo CBP.

Tensión con Musk 

A pesar del cambio de rumbo, Elon Musk no da marcha atrás en su ofensiva legal. Considera que "OpenAI sigue desarrollando IA de código cerrado en beneficio de Altman, sus inversores y Microsoft" y critica una falta de transparencia.

Cabe recordar que Musk llegó a ofrecer, junto a un grupo de inversores, 97.400 millones de dólares (87.600 millones de euros) para hacerse con el control de OpenAI. Esa oferta fue rechazada y su disputa con Altman ha escalado hasta convertirse en uno de los conflictos más seguidos en el mundo tecnológico.

Equilibrio entre misión y negocio

OpenAI ha optado por tomar una solución intermedia: mantener su estructura sin ánimo de lucro, a la vez que permite una vía comercial para financiar el desarrollo de sus herramientas; es decir, atender las exigencias del mercadosin abandonar la responsabilidad social. Altman concluye que “la inteligencia artificial general debe permitir que toda la humanidad se beneficie mutuamente". 

Así, el futuro de la IA, y de OpenAI como una de sus fuerzas motrices, dependerá en gran medida del éxito de este modelo mixto, que combina ambición tecnológica, presión del mercado y un renovado compromiso con el interés público.