La tragedia provocada por la DANA en la Comunidad Valenciana ya ha dejado más de 200 víctimas mortales. Sin embargo, el sufrimiento y el desconcierto han sido también terreno fértil para el crecimiento de bulos y desinformaciones a través de las redes sociales. Estos mensajes erróneos, no solo buscaban aumentar el pánico, sino también generar confusión en una población ya afectada por la magnitud de la catástrofe.

El radar de Valencia no estaba inoperativo

Un bulo particularmente peligroso se propagó sobre la supuesta inoperatividad del radar meteorológico de Valencia, el cual se dijo que no estaba funcionando durante las horas más críticas de la DANA. Este rumor se originó a partir de un vídeo en el que un usuario afirmaba que el radar había dejado de funcionar, lo que ponía en duda la capacidad de las autoridades para monitorear la tormenta. Sin embargo, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) desmintió este rumor, aclarando que el radar estuvo operativo durante todo el episodio y que, aunque un rayo dañó la línea eléctrica que alimenta el radar, se activó un sistema de alimentación alternativo para garantizar su funcionamiento.

El 112 nunca se cayó

Otro de los bulos que generó alarma fue la supuesta caída del servicio de emergencias 112. Circuló la información de que la línea de emergencia no funcionaba y que se había activado un número alternativo. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, desmintió tajantemente estos rumores, asegurando que el servicio de emergencias no había colapsado, aunque durante las primeras horas después de la riada, el volumen de llamadas sí que provocó tiempos de espera largos. Las autoridades pidieron no difundir estos rumores, ya que solo contribuían a aumentar el caos y la desesperación en una situación crítica.

La DANA no es un "ataque meteorológico HAARP" 

Uno de los bulos más estrafalarios que circuló fue el de que la DANA había sido provocada por el programa HAARP, un proyecto de investigación de la ionosfera. Esta teoría conspirativa no tiene base científica alguna, ya que HAARP no tiene la capacidad de alterar el clima o generar fenómenos meteorológicos como la DANA. La desinformación al respecto solo contribuyó a alimentar teorías sin fundamento en un momento en que la ciudadanía ya enfrentaba una crisis real.

El Gobierno no ha volado pantanos

Otro bulo que cobró fuerza durante los días posteriores a la DANA fue el de la “voladura de pantanos”. A pesar de que no se había llevado a cabo ninguna demolición de presas con capacidad de retención en la Comunidad Valenciana, algunos sectores comenzaron a difundir que el desastre había sido causado por la voladura intencionada de estas infraestructuras para liberar agua. Este rumor ha sido desmentido por expertos como César Rodríguez, secretario general de la asociación AEMS Ríos con Vida, quien señaló que las presas no han sido demolidas y que las únicas demoliciones recientes son de pequeños azudes, que no tienen capacidad de embalsar grandes cantidades de agua.

La escolta de los reyes no estaba en Valencia, sino la policía municipal de Madrid 

La llegada de la comitiva real y de Pedro Sánchez al epicentro de la catástrofe también dio lugar a bulos. Algunos usuarios de las redes sociales afirmaron que los coches en fila correspondían a la escolta del rey y del presidente del Gobierno. Sin embargo, este rumor fue rápidamente desmentido. La fila de vehículos correspondía a una comitiva de la Policía Municipal de Madrid, que había llegado a Valencia para colaborar en las labores de emergencia en varios municipios.

El Ayuntamiento de Picanya no multó a voluntarios

El municipio de Picanya, uno de los más afectados por las inundaciones, también fue escenario de varios bulos, entre ellos el de que se multó a vehículos de voluntarios que acudieron a ayudar en las labores de rescate. El Ayuntamiento de Picanya aclaró que un vehículo de la policía local que apareció en una fotografía, aparentemente estacionado para imponer una multa, en realidad fue destruido por las inundaciones mientras los agentes trabajaban en las labores de auxilio. Aseguraron que no se multó a ningún voluntario, desmintiendo así el falso rumor.

No había miles de cadáveres en el parking de Bonaire

Uno de los bulos más insidiosos y que ha circulado con más fuerza en los días posteriores a la tragedia afirmaba que se habían encontrado "cientos o miles de cadáveres" en los aparcamientos subterráneos del centro comercial Bonaire, en Aldaia. Este mensaje alarmante se viralizó tras la publicación de una afirmación sin base por parte del conocido presentador de televisión Iker Jiménez, quien aseguró que había "muchos cuerpos". Sin embargo, las labores de rescate llevadas a cabo por bomberos y policías desmintieron rápidamente la afirmación. Aunque el aparcamiento estuvo inundado con hasta 200 millones de litros de agua, los trabajos de evacuación y revisión de los vehículos no revelaron ningún hallazgo de víctimas. Las autoridades señalaron que, si bien los trabajos de achique continúan, no existe ninguna evidencia que sugiera que se vayan a encontrar cientos de cadáveres en este lugar.

No hubo cadáveres en el túnel entre Alfafar y Benetússer

Otro bulo relevante surgió en relación al túnel que conecta las localidades de Alfafar y Benetússer, donde se difundió que en una primera intervención se habían encontrado "45 cadáveres". Sin embargo, fuentes oficiales desmintieron rotundamente esta información. Los bomberos y la Guardia Civil que trabajaron en la zona confirmaron que no se hallaron víctimas mortales en ese punto, y de hecho, lo que sí se logró fue el rescate con vida de una mujer que llevaba tres días atrapada en su vehículo. Este tipo de rumores solo sirvió para sembrar más pánico y confusión entre la población.

Además, en un primer momento, se viralizó una imagen de un bombero saliendo del túnel, en lo que parecía una expresión de desolación. Las descripciones que acompañaban a la imagen eran cosas como "lo que habrá visto ahí dentro”. Sin embargo, más tarde se reveló que la foto formaba parte de una secuencia de imágenes que habían sido malinterpretadas y sacadas de contexto, y que solo se viralizó aquella imagen en particular. Este tipo de desinformación contribuyó aún más a la alarma generalizada, cuando en realidad no había evidencia de la tragedia que se describía.