Tres cosas que estropean tu piel sin que te des cuenta, según una dermatóloga
"Cuidar la piel no es solo qué productos usas, sino cómo los aplicas", subraya
El cuidado de la piel es fundamental, y la del rostro es especialmente sensible, por lo que debemos prestarle una especial atención.
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Según explica la dermatóloga Ana Molina, en el día a día cometemos una serie de errores que pueden afectar a nuestro cutis.
En primer lugar, explica que es importante lavar la línea del cuero cabelludo y debajo de la mandíbula, ya que son zonas en las que se pueden acumular restos de suciedad, como protector solar, maquillaje, grasa o champú. Eso provoca la aparición de granos, denominados como acné cosmético.
Asimismo, cuando los limpiamos la cara debemos aclarar el jabón con agua templada, y no caliente, ya que el calor destruye la barrera lipídica de la piel, lo que provoca tirantez, rojeces y mayor sensibilidad.
En tercer lugar, subraya la importancia de secarse la cara con una toalla facial, en vez de con la del cuerpo, ya que esta última acumula bacterias, células muertas y restos de jabón.
"Cuidar la piel no es solo qué productos usas, sino cómo los aplicas", sentencia la doctora.
La importancia de protegersee la piel
La limpieza es importante, pero la protección frente al sol también. La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y cumple funciones esenciales como protegernos de agentes externos, regular la temperatura corporal y permitir el sentido del tacto. Sin embargo, muchas veces se descuida su cuidado, especialmente cuando se trata de la exposición solar.
Aplicarse protector solar no debería ser una opción reservada únicamente para los días de playa o verano, sino una rutina diaria que forme parte del cuidado integral de la salud.
La radiación ultravioleta (UV) emitida por el sol está presente incluso en días nublados o durante el invierno. Esta radiación puede dañar las células de la piel, acelerar el envejecimiento y aumentar significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel. De hecho, el carcinoma basocelular y el melanoma, dos de los tipos de cáncer más comunes, están estrechamente relacionados con la exposición prolongada y sin protección a los rayos UV.
Uno de los efectos más visibles de no protegerse del sol es el envejecimiento prematuro. Las arrugas, manchas oscuras y pérdida de elasticidad son señales del daño acumulado a lo largo del tiempo. Además, la piel desprotegida puede presentar quemaduras solares, que no solo resultan dolorosas, sino que debilitan la barrera natural de defensa del cuerpo y pueden derivar en problemas más graves.
Salud y bienestar
Más allá de una cuestión estética, cuidar la piel es una necesidad de salud y bienestar.
Dentro de los hábitos recomendados por dermatólogos y especialistas, además de los consejos explicados en este artículo, la exfoliación ocupa un lugar destacado, ya que permite mantener la superficie cutánea libre de impurezas y en óptimas condiciones para cumplir su función protectora.
Este proceso, que puede realizarse mediante productos físicos con pequeñas partículas o mediante fórmulas químicas a base de ácidos suaves, favorece la renovación celular y ofrece como resultado una piel más luminosa, suave y uniforme.
