Existen numerosos mitos y creencias en torno al cuidado del cabello. Hay quienes aseguran que lavarse el pelo todos los días es malo para la salud capilar y quienes, por el contrario, sostienen que la frecuencia depende de las necesidades capilares específicas de cada persona.

Los pasos a seguir y la forma de hacerlo también es otro tema de debate constante. ¿Cuál es la cantidad adecuada de champú que debemos utilizar? ¿y el producto adecuado para cada tipo de cabello? Los expertos lo tienen claro. En este artículo, se recogen los pasos para una rutina saludable de cuidado capilar.

1. Prelavado: cepillar el cabello

Antes de mojar el cabello, es importante cepillarlo. Este paso ayuda a eliminar cualquier residuo de productos capilares, suciedad y nudos. Cepillar el cabello seco también distribuye los aceites naturales del cuero cabelludo a lo largo del cabello, lo que lo protege durante el lavado. Un cepillado suave evita la rotura y prepara el cabello para una limpieza más efectiva.

Peinar el cabello antes de lavarlo Freepik

2. La temperatura del agua importa

Mucha gente utiliza agua caliente para lavar el cabello, pero los dermatólogos sugieren que esto puede dañar tanto el cuero cabelludo como el cabello. El agua caliente elimina los aceites naturales, lo que puede llevar a la sequedad y al cabello quebradizo. En su lugar, se recomienda usar agua tibia para lavar y enjuagar el cabello. Para un toque final, un enjuague con agua fría puede cerrar las cutículas del cabello, dejándolo más brillante y suave.

3. La elección del champú

El champú adecuado depende del tipo de cabello y del cuero cabelludo. Los dermatólogos enfatizan la importancia de seleccionar un champú que se adapte a las necesidades específicas de cada persona. Por ejemplo, los cabellos grasos pueden beneficiarse de un champú clarificante, mientras que los cabellos secos pueden necesitar un champú hidratante. Además, es fundamental evitar productos con sulfatos agresivos, ya que pueden ser demasiado duros y despojar al cabello de sus aceites naturales.

Hombre lavándose el pelo en la peluquería con un champú adecuado a sus necesidades capilares Pixabay

4. La cantidad de champú

Menos es más cuando se trata de champú. Según los dermatólogos, una pequeña cantidad del tamaño de una moneda es suficiente para limpiar el cuero cabelludo y el cabello. Aplicar demasiado champú puede ser innecesario y difícil de enjuagar por completo, lo que puede dejar residuos que irriten el cuero cabelludo.

5. Cómo aplicarlo

El champú debe aplicarse en el cuero cabelludo, no en las puntas del cabello. Frotar el champú en las raíces ayuda a eliminar la acumulación de aceite y productos, mientras que las puntas del cabello se limpian con el enjuague. Es importante masajear suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos, no con las uñas, para evitar irritaciones y daños.

6. Enjuague a fondo

Un enjuague completo es crucial para eliminar todos los residuos de champú del cabello. Cualquier residuo puede causar irritación del cuero cabelludo y hacer que el cabello se vea opaco y sin vida. Los dermatólogos recomiendan enjuagar el cabello durante al menos 30 segundos para asegurarse de que esté completamente limpio.

7. Acondicionador en las puntas

El acondicionador debe aplicarse principalmente en las puntas del cabello, no en el cuero cabelludo. Esto evita que el cuero cabelludo se vuelva grasoso y pesado. El acondicionador hidrata y ayuda desenreda el cabello, protegiendo las puntas de la rotura y manteniéndolas suaves. Dejar actuar el acondicionador durante unos minutos antes de enjuagarlo bien también es una buena práctica.

Aplicar un poco de acondicionador en las puntas después del champú Freepik

8. El secado adecuado

Secar el cabello de manera incorrecta puede causar daño y frizz. Los dermatólogos aconsejan no frotar el cabello mojado con una toalla, ya que esto puede provocar rotura y encrespamiento. En su lugar, se recomienda secar el cabello con una toalla de microfibra o una camiseta vieja, presionando suavemente para eliminar el exceso de agua. Si se utiliza un secador, es mejor usarlo en una temperatura baja o media y mantenerlo a una distancia segura del cabello para evitar daños por calor.