El color de pelo que lucimos en cada momento depende muchas veces de nuestro estado vital y dice mucho de nuestra personalidad. Rubios, morenos, cobrizos o tonos más atrevidos, las posibilidades que existen dentro de cada una de las tonalidades son numerosas, pero no todas son fáciles de mantener.

Mientras unos tonos no requieren ningún cuidado especial, otros, como es el caso de los canosos o blancos o de los rubios teñidos, decolorados o con mechas, deben ser vigilados de cerca ya que, al ser pelos más secos, se dañan con mayor facilidad.

Cuidar el pelo rubio

Los cabellos rubios resultan muy favorecedores porque iluminan las facciones y rejuvenecen y, además, su gama de tonos es tan amplia que es sencillo encontrar el que mejor se adapta a tu pelo y a tu color de piel. Por contra, hay algunos factores como los rayos del sol, el agua de la piscina o del mar o el agua de la ducha que pueden oxidar y arruinar el color y darle unas no deseadas tonalidades amarillas, verdosas o anaranjadas.

Sin embargo, existe el remedio adecuado para neutralizar, eliminar o prevenir esos matices que afean los cabellos rubios y mantener unos tonos más fríos. Se trata del champú morado, también conocido como violeta o púrpura, que incluye pigmentos violetas que neutralizan, compensan y matizan esos tonos y evitan que se degraden. ¿Y por qué es de color morado? Pues sencillamente porque los tonos enfrentados en la escala cromática se contrarrestan y el opuesto del amarillo es el morado.

El cabello rubio se puede volver amarillo o anaranjado a causa del proceso de decoloración del pelo. El peróxido de hidrógeno que se suele utilizar para ello no elimina del todo el pigmento natural del cabello y, además, los metales que se acumulan en el pelo, se acentúan al utilizar champús que contienen sulfatos y otros químicos abrasivos.

Una peluquera aplica champú morado a una clienta con pelo rubio.

Consejos de uso

El champú púrpura se debe utilizar como un champú normal, pero aplicándolo sobre el pelo mojado, frotándolo sobre el cuero cabelludo y dejándolo reposar el tiempo que indiquen las instrucciones del producto para que pueda llevar a cabo su acción correctora.

El producto debe utilizarse una o dos veces por semana o puede ser suficiente utilizarlo una vez cada dos semanas, según el tiempo necesario para conseguir el efecto deseado. Otra opción es utilizarlo como complemento de tu champú de siempre, usando una pequeña cantidad en aquellas zonas donde quieres que actúe en la última champunada.

Asegúrate de cubrir todos los mechones por igual para obtener un resultado uniforme. Si eres primeriza, utilízalo primero durante un minuto para medir la reacción de tu cabello y vete aumentando el tiempo conforme veas cómo funciona. Utilizado correctamente nunca dañará el cabello, pero existe el peligro de que al dejarlo puesto más tiempo del necesario los mechones adquieran un color violeta.

No es imprescindible, aunque sí aconsejable, utilizar una mascarilla capilar después de aplicar el champú morado. Una mascarilla específica para pelo rubio contribuirá a nutrir el cabello, aportar suavidad y darle un extra de brillo.

Si tienes alguna duda sobre este tipo de champú o sobre su aplicación, antes de utilizarlo consúltalo con tu estilista o con tu peluquero habitual para que no tengas que lamentar algún efecto no deseado en tu cabello. En temas de estética vale más ser prudente.