¿Qué es el amor? Podemos intentar buscar una definición común para todos los casos de enamoramiento, pero lo cierto es que habrá tantas experiencias diferentes como personas enamoradas hay en el mundo.

En todos los casos, el enamoramiento es un estado emocional que se caracteriza por la alegría y la fuerte atracción de una persona hacia otra, en un primer momento por su físico y después, cuando ya se tiene un conocimiento más profundo, por su forma de ser.

Sin embargo, ese estado emocional tiene su origen en el proceso químico del enamoramiento, es decir, en las reacciones químicas e impulsos nerviosos que se producen en nuestro organismo por la chispa del amor y que son capaces de hacernos sentir las emociones más fuertes.

Para que se produzcan dichas reacciones, nuestro organismo genera distintas sustancias químicas entre las que se encuentra la oxitocina. Se le conoce como la hormona del amor ya que, según varios estudios, cuando nos encontramos en la fase más intensa del enamoramiento, nuestro cerebro presenta mayores niveles de esta sustancia.

Otros estudios afirman que, cuando una persona presenta en el cerebro mayores niveles de oxitocina, ve además a su pareja más atractiva físicamente que quienes tienen niveles bajos.

Esta sustancia es también la responsable de crear los vínculos de apego y fidelidad con la pareja. Tiene una función de recompensa que provoca en el cerebro una respuesta de placer, la cual nos anima a repetir esa acción, es decir, a seguir con esa persona. Provoca sentimientos de satisfacción, calma y seguridad que, a menudo, se asocian con la unión de pareja.

Dos enamorados pasean con las manos enlazadas. Freepik

La hormona del orgasmo

Otra muestra de que la oxitocina es la hormona del amor, o al menos de la atracción, es que cuando mantenemos relaciones sexuales aumentan sus niveles en el cerebro y se sitúan en el mayor pico durante el orgasmo. De hecho, también se le conoce como la hormona del orgasmo.

La oxitocina regula, además, gran parte de nuestras conductas prosociales como la empatía, el cariño, la confianza, la compasión, la amistad, la generosidad o el altruismo. Además, ayuda al cerebro a sentir cariño por las personas de nuestro entorno, haciendo que sintamos hacia ellas cosas que no sentimos por desconocidos.

La oxitocina media también en procesos relacionados con la reproducción, como el parto, en el que provoca las contracciones, o la lactancia, donde actúa directamente sobre la producción y secreción de leche.

Una madre amamanta a su bebé. Freepik

Función desinhibidora

Un trabajo publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews, nos ofrece la otra cara de la oxitocina, ya que asegura que cuando estamos enamorados y sentimos esa pasión intensa, esta actúa como un gran desinhibidor.

Los científicos dicen que esta hormona produce en nuestros circuitos neuronales un efecto similar al del alcohol; nos anima a arriesgarnos y a no ver los posibles peligros de una relación aunque sea tóxica. O sea, que nos puede llevar a perder la cabeza por amor.

Pues bien, ahora que conoces las bondades de la oxitocina, debes saber que puedes generarla tu mismo con una buena compañía, un abrazo o incluso un poco de chocolate. No será la solución a todos tus problemas, pero te generará emociones positivas que te harán vivir momentos felices.

Una pareja disfruta de un atardecer en la playa. Freepik

Otras sustancias del amor


Además de la oxitocina, hay otras sustancias responsables del proceso químico del enamoramiento. Estas son:

  1. - Dopamina. Es la droga del amor, el neurotransmisor responsable de hacernos sentir placer.
  2. - Norepinefrina y adrenalina. La primera nos sube la adrenalina y es la responsable de que nos pongamos rojos al ver a la persona que nos gusta e incluso perdamos el apetito y el sueño o hagamos locuras por amor.
  3. - Feniletilamina. Neurotransmisor que nos provoca las sensaciones más intensas del enamoramiento. Produce en nosotros el mismo placer que el chocolate.
  4. - Endorfinas. Es la hormona de la felicidad y nos hacen sentirnos pletóricos solo con ver a la persona amada, aunque todo alrededor sea un auténtico caos.
  5. - Acetilona, endovalium y gonadotropinas. Son las que nos empujan a sentir deseo por mantener relaciones sexuales con la persona que nos atrae.
  6. - Dopamina. Es la otra hormona de la felicidad y nos lleva a buscar las sensaciones del amor que nos hacen sentir bien.