Este miércoles alzará el telón el XVI Campeonato de Europa de Balonmano masculino. El Merkur Spiel-Arena de Düsseldorf será el escenario inicial de una cita que gane quien gane, ya el primer día pasará a la historia con un nuevo récord de asistencia.

Con un ramillete de favoritos abierto como casi siempre, Alemania vuelve a convertirse en el epicentro del balonmano europeo. El otro gran campeonato, el Mundial, ha recalado en siete ocasiones en tierras germanas (desde la primera edición en la época nazi, cuatro entre la RFA y la RDA; en solitario la de 2007 y en 2019, junto a Dinamarca) y lo volverá a hacer en 2027, pero es la primera vez que organiza un Europeo.

Seis selecciones han inscrito su nombre en el plato dorado de honor (Suecia, Francia, España, Dinamarca, Alemania y Rusia) y la edición que se desarrollará entre este miércoles y el domingo 28 despejará la incógnita de si alguna de las cinco primeras repetirá triunfo o habrá un debutante. El mundo del balonmano afronta una de las ediciones más vibrantes del Europeo. Estas son sus claves.

Para empezar, un récord

La EHF y la Federación alemana se la han jugado y les ha salido bien: la cita inaugural acogerá a más de 53.000 espectadores. La cifra batirá el anterior récord de asistencia a un partido de balonmano, en 44.189 personas desde el Rhein Neckar Löwen-Hamburgo de la quinta jornada de la Bundesliga 2014/2015.

Sin contar el fútbol, el récord del último Mundial de baloncesto masculino se situó en 38.115 espectadores en su encuentro inaugural, mientras que solo la NBA ha mostrado el músculo necesario para concitar más espectadores, cuando hace un año reunió 68.323 personas para un Spurs-Warriors, que bate marcas anteriores de los años 1997 y 1988.

Pabellones que quitan el hipo

Más allá de comenzar ante más de 50.000 espectadores en el campo de fútbol del Fortuna Düsseldorf de la Segunda División, la Federación alemana ha planteado un campeonato con cinco pabellones que superan los 12.000 espectadores. Uno de los grandes puntos de atracción de este Europeo fuera de lo deportivo reside en los pabellones.

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Sedes del Europeo de Alemania 2024 N.G.

Berlín, Mannheim, Hamburgo y el clásico Olympiahalle de Múnich engrosan un listado en el que la joya de la corona volverá a ser el Lanxess Arena de Colonia, que se convierte en La Meca del balonmano europeo cada final de temporada con la Final Four de la Champions. En este Europeo acogerá uno de los dos grupos de la Main Round y el fin de semana final, con la lucha por las medallas

Sin tiempo que perder

Las 24 selecciones comenzarán repartidas en los seis grupos que se perfilaron en el sorteo de mayo en Düsseldorf, y que entre cuatro grandes exjugadores invitados por la EHF tuvo en Julen Aginagalde, nombrado Mejor Pivote del Campeonato en 2014 y 2016, una de las cuatro manos inocentes. El actual director deportivo del Bidasoa se encuentra con 49 partidos disputados en la lista de 20 jugadores con más encuentros en la EHF Euro que lidera Nikola Karabatic (71 choques). En la selección española solo le supera Raúl Entrerríos (60 partidos).

Berlín, Múnich y Mannheim, además de la inauguración de Düsseldorf abrirán fuego en una competición que llevará su Main Round de dos grupos a Colonia y Hamburgo. Los dos primeros clasificados de cada grupo se verán las caras en la fase decisiva el fin de semana definitivo del 26 al 28 de enero.

La puntuación que logren con el otro equipo clasificado de su grupo será vital. En el caso de la selección española, tampoco tiene tiempo que perder: una victoria ante Croacia en la jornada inaugural puede valer su peso en oro.

En el Lanxess Arena de Colonia se darán cita los primeros clasificados de los grupos A, B y C, donde se encuentran entre los favoritos Alemania, Francia, España, Croacia, Islandia y Hungría, entre otros; mientras que los otros seis mejores equipos de la fase inicial viajarán a Hamburgo. Entre las principales aspirantes a superar la ronda preliminar, las selecciones nórdicas y Portugal, con permiso de posibles revelaciones balcánicas, de los Países Bajos o incluso Polonia.

El Lanxess Arena, durante una Final Four de la Champions EHF

¿Favoritos?

Europa vuelve a mirar al Mar Báltico para encontrar a dos de los principales favoritos al título. Suecia es la selección con más Europeos (cinco entorchados en 16 ediciones; cuatro de ellos entre 1994 y 2002) y los Bengan-Boys parten en el siempre abierto ramillete de favoritos en el balonmano. Un grupo de selecciones aspirantes en el que también destaca, desde el otro lado del puente Øresund, Dinamarca. Con 11 jugadores de la Bundesliga, la selección danesa (campeona en 2008 y 2012; bronce en 2022) será de facto la segunda anfitriona del Europeo.

Como la política europea, el balonmano tampoco se entiende sin el eje franco-alemán. La Alemania que dirige el mito bidasotarra Alfreð Gíslason y la Francia que despedirá de los Europeos a Nikola Karabatic son los indiscutibles favoritos del grupo A. los galos abrirán el Europeo contra Macedonia del Norte (18:00 horas), mientras que los foco estarán puestos en el siguiente partido en el mismo Merkur Spiel-Arena de Düsseldorf: el duelo entre Alemania-Suiza congregará a 50.000 espectadores.

¿El papel de la selección española?

Seis semifinales en seis ediciones y cinco podios en las últimas cinco ediciones significan mucho para la selección que lidera desde el banquillo el que fuera técnico bidasotarra Jordi Ribera. Como en todas las ocasiones anteriores, es una selección favorita que la cátedra nunca incluye de antemano entre las aspirantes.

Jordi Ribera, seleccionador español. EFE

El juego colectivo vuelve a ser el argumento principal pese a ausencias como la del portero Rodrigo Corrales (por él, el navarro Sergey Hernández hará dupla con Gonzalo Pérez de Vargas), y el arranque contra Croacia puede resultar importante con la vista puesta en una Main Round en la que, si se cumple el guion, en el camino asomarán la anfitriona, que como España ha ganado dos Europeos, y Francia, que ha ganado tres.

Gipuzkoa y el Bidasoa, presentes

En esa selección que lidera Jordi Ribera, exentrenador del Bidasoa (al que salvó en 1999 con algo similar a un milagro) y del Arrate, entre otros, vuelven a repetir tres guipuzcoanos. Esta circunstancia ya se dio en el Mundial de Polonia y Suecia hace un año, y Kauldi Odriozola, Iñaki Peciña e Imanol Garciandia vuelven a estar entre los elegidos.

Un hecho que no se daba desde el Europeo de Noruega en 2008 que en las filas de la selección española reunió a dos debutantes en aquellas lides como Julen Aginagalde y Asier Antonio, con otro jugador que ya estaba a punto de despedirse del panorama internacional, como Jon Belaustegi.

Iñaki Peciña y Kauldi Odriozola, con la medalla de plata del Europeo de 2022; e Imanol Garciandia. Redaccion NdG

En clave del Bidasoa Irun, su guardameta Jakub Skrzyniarz contará con opciones de defender la portería de Polonia (en el grupo D con Noruega, Eslovenia e Islas Feroe) habida cuenta de la gran temporada que está firmando. El pivote serbio Marko Jevtic, que está en la prelista, no entró en el corte definitivo.

Otros exbidasotarras, además de Ribera, Odriozola o Peciña serán Milos Orbovic en Serbia y Dan Racotea en Rumanía, entre otros, sin olvidar a una leyenda como Alfreð Gíslason en el banquillo de Alemania.

Doble premio

La final prevista en Colonia el 28 de enero a las 17:45 horas no solo proclamará al próximo campeón de Europa (hasta la edición de 2026, que volverá a disputarse entre varios países: Dinamarca, Noruega y Suecia), sino que tiene el jugoso premio de conceder un billete olímpico.

Por el momento la organizadora (Francia), la campeona del mundo (Dinamarca) y los campeones continentales de América (Argentina) y Asia (Japón) tienen el pase en el bolsillo. A ellas se sumarán la campeona de Europa y la de África (del 17 al 27 de enero); y los tres vencedores de los preolímpicos de marzo.