España derrota a Suecia y gana la medalla de bronce del Mundial

Antes del esplendoroso final, a la selección española le ha costado arrancar, y al primer intercambio de goles, le ha seguido la primera ventaja sueca de dos tantos, que han podido ser tres si Lagergren no se hubiera dejado el balón en el brazo de Iñaki Peciña al armar el brazo. Tres tantos consecutivos de Figueras a pase filtrado de Imanol Garciandia, Cañellas y Solé han dado cumplida respuesta a la ventaja sueca y la primera delantera a España.

Con un buen balance ofensivo -basta ver el golazo que firma Agustín Casado a pase de Garciandia desde las alturas-, eran momentos en los que a Suecia le bastaban dos jugadores para dañar a la defensa española en cada ataque: el que se empareja en el uno contra uno con un rival y el que recibirá el pase en un hueco próximo.

El ritmo que querían los de Glenn Solberg en el segundo duelo sin el lesionado Jim Gottfridsson era endiablado y tenía una consecuencia: 13 de los 22 goles que Suecia ha conseguido en el primer tercio del partido han llegado en los quince segundos posteriores a recuperar el balón (bien porque España había marcado o porque había fallado). El choque dejaba en la primera parte otro dato muy del gusto de los inventores del balonmano moderno, que quiere mucho ritmo, evitando los cambios entre ataque y defensa: entre el 19:43 y el 20:53, en un minuto y 10 segundos, se han visto cinco goles (3-2).

La receta española pasaba por reducir el ritmo local y dificultar sus ataques, obligar a los de Solberg a combinar a balonmano, porque en un Tele2 Arena en efervescencia, se ha visto en otro abrir y cerrar de ojos tres goles por debajo en el minuto 22.

El regreso del tiempo muerto de Jordi Ribera (17-14, minuto 22) no ha cambiado el escenario y la primera parte ha concluido con un inaudito 22-18: España no había encajado en una parte en este Mundial más de 15 goles.

Cambio en defensa y portería

Con la medalla de bronce como objetivo, con el choque cuesta arriba y en un Tele2 Arena lleno con más de 20.000 almas, Ribera ha dispuesto un cambio de esquema avanzando a Kauldi Odriozola al frente del 5:1 y situando a Gonzalo Corrales bajo palos. El cambio de fórmula ha resultado con una parada y una recuperación en el primer minuto, aunque una pérdida y un lanzamiento de Cañellas fuera amenazaban con cortar la reacción.

Dos parada de Corrales (que forma con Pérez de Vargas la mejor portería de la competición), una falta en ataque de los suecos, otra recuperación y goles de Figueras, del propio Cañellas, Casado y Sánchez-Migallón a la contra han borrado de un plumazo con un parcial de 1-5 la renta nórdica. Tiempo muerto de Solberg (23-23, 36:50).

En el minuto siguiente, España, con los tres guipuzcoanos en la convocatoria, ha conseguido ponerse dos goles arriba por primera vez en el choque gracias a Álex Dujshebaev y Figueras, clave en la reacción española junto a Corrales. Un nuevo escenario en el que Suecia, incapaz de correr como en la primera parte, se ha mostrado incómoda, incapaz de hacer más que la goma, de ir compensando los goles que encajaba para no quedarse sin opciones de pelear el final.

A falta de ocho minutos y 30-33, Ribera ha llamado a los suyos al banquillo, pero en el ataque inmediato no ha surtido efecto. Tampoco los suecos han reducido la renta de primeras, al toparse Ekberg con Pérez de Vargas en un penalti. La inferioridad española tras la exclusión de Kauldi Odriozola con 31-34 podía abrir la puerta a la esperanza sueca, pero el expeditivo Carlsbogård ha empujado a Figueras sin ton ni son. Banquillo también para el sueco.

En la siguiente jugada, ha sido España quien se quedaba con un deportista menos por la exclusión de Sánchez-Migallón a falta de tres minutos y medio (32-36). El todo o nada para Suecia, cuyo portero, Palicka, ha salido a la cancha antes de tiempo, lo que las Bonaventure han sancionado con dos minutos. La última prueba que debía atravesar el combinado español antes de llegar a Ítaca quedaba resuelta antes casi de empezar.

El último minuto no tenía ya más historia que celebrar la novena medalla en los últimos doce grandes campeonatos de la última década, sí, la novena medalla. La “España en construcción” que proclamó Ribera antes del Mundial, sin el lesionado Aleix Gómez o los retirados de la selección Raúl Entrerríos, Viran Morros o Julen Aginagalde, ha tumbado a la anfitriona Suecia ante más de 20.000 aficionados. Una nueva gesta de una selección para la historia y que la cátedra volverá a no incluir entre los favoritos en el próximo gran campeonato.