Se intuían problemas en el pabellón de Torrelavega, donde la pasada temporada el cuadro gupuzcoano cayó por dos goles (32-30) tras un partido en el que los locales apelaron a la épica. Pocas horas antes del partido ante los irundarras, el técnico Alex Mozas escribía en redes sociales que su fe era absoluta en todos los que componen el equipo y que no se debería dudar de ellos. Llegaban a la cita con dos derrotas, que ahora son tres tras el triunfo valioso del cuadro de Artaleku (30-36).

El Bidasoa afrontó el encuentro con las bajas de Julen Aginagalde, Dariel García, Víctor Rodríguez y Asier Nieto. Ausencias de peso, que le dejaban a Jacobo Cuétara poco margen de maniobra. Llamó a los filiales Tao Gey, Julen Urruzola, Asier Iribar y Xabi Barreto para completar la convocatoria y poder mover piezas en busca del equilibrio y la eficacia que se necesitaba. No era fácil. Los primeros minutos conllevaron el habitual intercambio de goles, sin que ninguno consiguiera imponer su ley.

Los irundarras se adelantaron por primera vez (3-4) antes de la exclusión de Furundarena. Pese a jugar un par de minutos con un jugador menos, los de Artaleku no se quebraron. La primera línea con Azkue, Salinas y Gorka Nieto lograba percutir en el muro cántabro, bien con goles o forzando acciones de siete metros que Cavero se encargaba de transformar. Como quiera que el meta bidasotarra, Harbaoui, detenía un par de faltas máximas casi seguidas, el Bidasoa no desaprovechó la ocasión de rematar el tramo final del primer periodo con su mejor y más amplia ventaja (13-17).

No cambió mucho la decoración tras el descanso. Los goles se sucedían en ambas porterías y la diferencia permanecía intacta. Sin embargo, tras un arreón visitante, el técnico local solicitó un tiempo muerto para cambiar la configuración de su defensa, darle más profundidad y evitar la sangría. El Bidasoa se descompuso un poco, porque además el central Isi Martínez asumía la responsabilidad de echarse al equipo encima. Los ocho goles de su cuenta particular fueron todos en este segundo periodo. Pese a todo, la renta irundarra se mantenía gracias al trabajo de Ander Ugarte en el pivote, abriendo espacios a lanzadores y forzando penaltis en cascada. Como Cavero estaba de dulce, los metió todos (11) y los puntos se subieron al autobús de vuelta.

Lo mejor que le puede pasar al equipo de Cuétara es sumar puntos en terrenos complicados y en circunstancias nada favorables. Después del inicio en Benidorm, donde el equipo no logró encontrar sus señas de identidad, luego hilvana dos victorias seguidas que le reconfortan. Los porteros van asentándose y reparten minutos bajo palos. La versión de Rodrigo Salinas y Jon Azkue fue buena y apareció en el parqué de Torrelavega cuando el equipo les necesitaba, lo mismo que el constante progreso de Gorka Nieto, al que no le asusta nada.

Torrelavega 30

Bidasoa Irun 36

TORRELAVEGA Mijuskovic (p), Prieto (2,1p), Martínez (-), Cangiani (-), Casanova (5), Dos Santos (2), Moreno (3) –siete inicial– Villoria (-), Fernández (2), Calle (p), Moreno (-), Ramos (4), Lombilla (-), Martínez (8), Serrano (-), Popovia (-), Czapliaski (-) y Colunga (3).

BIDASOA IRUN Cavero (12, 10p), Ugarte (3), Furundarena (2), Salinas (7), Tesoriere (-), Da SilvaTesoriere (-) –siete inicial– Mehdi (p), Zabala (3), Gey (-), Urruzola (1), Barreto (1), Iribar (-), Mitic (-), Azkue (5), Nieto (1), Da Silva (1) y Jacek (-).

Marcador cada cinco minutos 3-2, 4-4, 7-7, 9-10, 11-13, 13-17 (descanso) 17-20, 19-25, 22-27, 25-31, 28-34 y 30-36 (final).

Árbitros Soria Fabián y Álvarez Menéndez. Excluyeron dos minutos a Villoria y Serrano del Bathco Balonmano Torrelavega y a Furundarena por parte del Bidasoa Irún, y mostraron cartulina amarilla a Casanova y Álex Mozas (entrenador) por el Bathco Balonmano Torrelavega y a Urruzola del Bidasoa Irun.

Incidencias Partido de la tercera jornada de la Liga Asobal disputado en el Pabellón Vicente Trueba ante unos 900 espectadores. En el descanso se rindió homenaje al equipo de tenis de mesa de Torrelavega por sus éxitos.