Australia y Canadá lanzaron un mensaje de autoridad en la primera jornada de la Copa del Mundo con sendos triunfos autoritarios ante selecciones que aspiran también a acceder a la segunda fase. Fueron quizás los resultados más sorprendentes de un estreno en el que se batió el récord de espectadores en un partido mundialista con los 38.115 espectadores que acudieron al República Dominicana-Filipinas en el imponente Manila Arena.

Patty Mills, siempre fiable en los torneos internacionales, lideró de nuevo con 25 puntos al equipo oceánico en un duelo en el que los europeos se hundieron en la segunda parte y no resistieron el ritmo defensivo de Australia, que encontró en Josh Giddey, que rozó el triple-doble, el hombre que llevó la batuta. Lauri Markannen no encontró demasiado apoyo en una selección de la que se esperaba más.

Por su parte, Canadá, tras un primer tiempo marcado por su desacierto en el tiro exterior y el protagonismo en el otro lado de Evan Fournier, también rompió el partido tras el descanso ante una Francia decepcionante que queda en situación comprometida. Shai Gilgeous-Alexander, el base de Oklahoma, tardó en encontrar la inspiración, pero cuando lo hizo fue indetectable para la defensa gala y tiró de los suyos para abrir un hueco definitivo que llegó a estar por encima de los 30 puntos.

El resto de los poderosos, incluida una Letonia que debutaba en una cita mundialista, cumplieron con más o menos solvencia en el arranque de un torneo en el que hoy debutarán España y Estados Unidos. La actual campeona abre ante Costa de Marfil con Alberto Díaz ya recuperado y la necesidad de evitar un desgaste innecesario, mientras la principal favorita al oro se estrena ante Nueva Zelanda en una ruta inicial en la que cabe esperar victorias abultadas.