si hay una jugadora que tenía unas ganas especiales ayer, esa era Lyndra Weaver. Por dos motivos: el primero, porque las jugadoras de su nivel se crecen en las grandes citas; y el segundo, porque tenía en mente que en el partido liguero ante el Ferrol, jugado en tierras gallegas, solo había metido un punto. Algo absolutamente inusual en ella, que es una de las mejores anotadoras de la Liga Dia.

Y la ala-pívot estadounidense se resarció a lo grande. Metió 22 puntos y 14 rebotes, siete de ellos ofensivos. Se comió a las interiores del Ferrol. Luchó por cada rebote como si le fuera la vida en ello. Puso bloqueos, pidió el balón y resolvió con acciones muy agresivas de uno contra uno. Nadie pudo frenar su ímpetu. Junto con Iva Brkic -maestra una vez más en el manejo del ritmo y en la dirección de juego- fue la indiscutible líder del IDK.

“Queríamos pasarlo bien, cumplir el plan, jugar juntas y ganar. Es lo que hicimos. No teníamos presión, salimos a disfrutar”, resumía tras el choque Weaver, quien reconoció que esos rebotes ofensivos fueron importantes: “Creo que les desmoralizó un poco a ellas. Antes del partido habíamos hablado de que teníamos que ir a por todas. No solo defender y anotar, sino ir a por ese balón extra, ese rebote suelto. Hemos estado bien”. La ala-pívot subrayó la labor de Brkic: “Es una jugadora que maneja los partidos. A veces sabe que hay que ser pacientes y otras hay que apretar. Ella y yo cada día nos entendemos mejor. En general, en todo el equipo hay buena comunicación”.

Weaver confía en que el equipo esté al mismo nivel hoy frente al Perfumerías Avenida. Su receta es clara: “Vamos a pasarlo bien y a ver qué pasa. Nadie espera que ganemos, así que la presión es para ellas. Vamos a disfrutar ese partido”.