Donostia - Una extraordinaria canasta de LeBron James sobre la bocina permitió a los Cleveland Cavaliers lograr la victoria (84-86) en el cuarto partido de la serie de semifinales de la Conferencia Este ante los Chicago Bulls y recuperar por lo tanto la ventaja de campo. Pese a sus números (25 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias, pero 10 de 30 en lanzamientos de campo), King James no jugó un gran partido, pero acudió al rescate de su equipo, muy mermado físicamente, cuando más falta hacía. El propio LeBron, con una falta en ataque sobre Mike Dunleavy, hizo posible que Derrick Rose, el héroe del tercer choque con un triple sobre la bocina, empatara el partido a 84 puntos merced a una punzante penetración, pero acabó evitando el desastre que suponía el 1-3 en la eliminatoria merced a una magnífica suspensión lateral a saque de fondo de Dellavedova con segundo y medio en el marcador. Los Bulls echaron mucho de menos la aportación ofensiva de Pau Gasol por un problema muscular en la pierna izquierda.

Por su parte, Los Angeles Clippers están a un partido de la final de la Conferencia Oeste al batir con autoridad (128-95) a unos Houston Rockets absolutamente inoperantes en defensa. Los de Kevin McHale intentaron mantenerse en el partido enviando constantemente a DeAndre Jordan a la línea de tiros libres (el pívot acabó lanzando 34 veces desde la línea, 28 en la primera parte para establecer un nuevo récord de la NBA, y metió 14) pero acabaron perdiendo pie en el tercer cuarto para cosechar una derrota sonrojante, con Dwight Howard expulsado por acumular dos técnicas a casi diez minutos de la bocina final. Los de Doc Rivers volvieron a cuajar un partido redondo de la mano de Jordan, Blake Griffin, JJ Redick, Chris Paul y Austin Rivers. - J. Larrauri