"Lo necesario ahora es divertir a la gente, y eso implica jugar con riesgo; la sociedad no está como para que la aburramos"
Sito Alonso está por tercer año al frente del GBC. Le "satisface" la unidad que ve en la plantilla y traza un discurso que va un poco más allá del resultado inmediato: hace autocrítica, habla sobre su continuidad, pide "cuidar" lo que hay y ve imprescindible "divertir" a la afición
donostia. ¿La victoria en el derbi ante el Bilbao Basket lo dejó especialmente satisfecho?
Estoy especialmente contento por los jugadores. Cuando un equipo trabaja muy bien durante la pretemporada, luego la temporada te pone unos baremos de presión que hay que saberlos jugar. No lo habíamos conseguido salvo el día del Barcelona y algunos destellos sueltos antes, pero contra el Bilbao Basket disfrutaron, movieron la pelota, corrieron... es para alegrarse por ellos. También por la afición, que disfrutó mucho el primer año y poco el segundo. Volví a verlos reír, festejar y aplaudir.
Dijo que en la primera parte jugaron los mejores minutos desde que está en Donostia.
Bueno, no dije los mejores, sino de los mejores. Recuperamos ese estilo de juego de dinamismo, velocidad y de no pensar en lo que puede pasar si fallas. Hubo momentos que fallamos y no se vio ningún gesto diferente, y eso es la clave de un equipo que puede aspirar a ganar cualquier partido y también a divertir. Creo que lo más necesario en este momento es divertir a la gente. La sociedad no está como para que la aburramos, necesita diversión, y eso implica jugar con riesgo y valentía... que es lo que creo que toca ahora.
Llevan ya casi tres meses trabajando juntos y han disputado cinco partidos oficiales. ¿Le gusta lo que ha visto hasta ahora?
Estoy muy satisfecho. Me gustaría llevar más victorias, claro, pero el único de nuestra liga contra el que hemos perdido es el Joventut y después de no hacer un buen partido. Lo que me hace estar contento es que me he dado cuenta de lo importante que es fichar jugadores que quieren estar en tu club. Es nuestro pequeño primer éxito. Somos un grupo unido y la interacción entre todos se deja ver cada día.
¿Qué lecciones sacó de la pasada campaña, tan negativa en todo?
A nivel técnico y táctico, tras hacer un balance exhaustivo, y soy muy exigente, creo que estoy en un buen nivel. Pero estoy en un suspenso total en los temas administrativos del entrenador, es decir, en cómo fiché y en la exigencia para cambiar jugadores que no valen para formar parte de un proyecto tan serio y a la vez tan humilde como este. Es muy importante tener a tu disposición a jugadores que tengan una ilusión por algo. Ese es el mayor error que cometí el año pasado. Y luego pensar demasiado en el verano, en los reveses que sufrimos, como quedarnos fuera de Europa y tener una subvención menor. Algo mal haríamos todos cuando no fuimos capaces de recuperar la ilusión.
Se ha referido a los fichajes. Este último verano, al revés que el anterior, parecía tener claro lo que quería.
No es fácil a veces. El año anterior el tiempo de maniobra fue corto y quedaban pocas opciones en el mercado, pero quizás hubiera sido mejor haber apostado por tener por ejemplo a Andy Betts en plantilla que traer a alguien desconocido. Este año tenía claro que quería fichar jugadores que tuvieran algo que demostrar. Inmediatamente pensé en Winchester, Hanley, Ramsdell... Además, quería dar la oportunidad a jóvenes con los que llevaba trabajando mucho tiempo y necesitaba gente que conociera la ACB y que conociera a Salgado y Doblas.
Tras la pasada campaña, lo normal hubiera sido que usted no siguiera siendo el entrenador.
Cuando un entrenador ha tenido un éxito tan rotundo en un club humilde, como sucedió en mi primera campaña, lo normal es que no siga en ese club y piense que tiene que aspirar a cosas más importantes. Si ese año no abandoné el GBC tras el momento deportivo más importante de mi carrera, tampoco creo que debo abandonarlo tras un año malísimo. Como técnico, tenía ilusión por intentar formar una cantera y subsistir en la Liga Endesa. Son dos cosas anormales, pero para eso estoy yo, para que sean normales.
Pero está el aspecto anímico. Tanto usted como los que siguen acabarían 'quemados' tras una temporada tan dura.
Cuando acabas una campaña y empiezas otra, tienes unos posos que no te puedes quitar. El lugar en el que los tengas marcará lo que puedes y no puedes hacer. Yo intento hacer lo que hice bien el año pasado, y todo lo que fue un error intento no repetirlo. No puedo pensar todo el rato en lo que he hecho mal anteriormente, porque me hace estar preocupado, y eso me resta valentía y toma de decisiones, y eso me hace peor entrenador. Las cosas que hice mal las guardo para recuperarlas en cuanto a no repetirlas. Si estás dándole vueltas, no avanzas nada. Hemos quitado aquellas cosas de la plantilla que fueran a recordarnos cosas negativas, pero Doblas, Salgado, Neto, Motos, Olaizola, Lolo Encinas, Txakartegi... fueron positivos. En esos momentos uno se da cuenta de quién lucha.
Para usted sería reconfortante que le llamara la selección sub'20 para el Europeo del pasado verano.
Sí, porque demuestra que no siempre el resultado hace valorar a las personas lo que puedes darles, que es parte de mi filosofía de vida. Fue una energía positiva total lo que pasó en verano, y además con Dani Díez, Olaizola y Motos, que también recibieron un premio después de una temporada tan difícil.
En la presentación en el Aquarium habló de sacar la rabia contenida.
Me dirigí al aficionado. Para mí formar jugadores en Gipuzkoa es un trabajo que cuesta mucho esfuerzo, no salen jugadores por el simple hecho de apoyarlos económicamente. Tiene que haber más cosas, como un entrenador que pueda asumir riesgos dedicando tiempo a su formación. Julen no está jugando este año porque toque, sino porque lleva dos años trabajando a un nivel altísimo. El pasado año lo pasó fatal, tuvo una recompensa con la selección en verano, mejoró su estado emocional y está ofreciendo cosas que tenía dentro. Igual que Motos, igual que lo hará sin duda Xabi Oroz. Para eso hace falta una estructura, si no pasará lo mismo que con Cortaberría, que se fue de Donostia porque no había nada. Vamos a cuidar lo que tenemos. El cuerpo técnico es todo de aquí y yo estoy convencido de que el entrenador será guipuzcoano en breve. Para mí todo esto es importante. Yo dije lo que pensaba, no estaba allí para soltar tópicos. Para conseguir algo, debemos ir todos juntos, no vale solo con un gran jugador o un gran patrocinador. O todo o nada, y sobre todo cuidar al aficionado, que es el que se tiene que divertir. Me siento involucrado, por eso estoy aquí.
Bajemos a la cancha. El equipo juega como tal, como un equipo, pero tiene un líder claro en Robinson.
Es un jugador con un talento deportivo notable y un talento personal sobresaliente. Cuida desde el jugador más joven hasta el más veterano y se siente parte total del grupo. Entiende lo que necesitamos para competir y eso es fundamental en un jugador extracomunitario. Tenerlo nos da un extra en cada entrenamiento y partido. Está disfrutando y se le ve. De Robinson no se puede decir nada malo. Para mí, el año pasado Chris Lofton era un jugador de un perfil parecido.
Otro nombre propio es el de Doblas, cuyo crecimiento cada temporada es destacable.
El jugador crece fundamentalmente por un convencimiento personal de que puede mejorar. Una de las bases de mi filosofía es formar al jugador continuamente, tenga 20 o 30 años, pero es el propio jugador el que te permite o no que puedas mejorarlo. Su estabilidad emocional es cada día mayor y eso lo hace ser cada día mejor, en un año el que es especialmente importante.
Todos esperamos mucho de Raúl Neto. ¿Cómo está?
Me sorprende, afortunadamente para nosotros, el poco tirón mediático que ha tenido en la Liga Endesa. El primer año jugó muchos minutos y el año pasado nos ayudó muchísimo al principio en un momento dificilísimo asumiendo un rol más anotador. Luego, como jugador inexperto, la situación le superó y eso le hizo tener dificultades. La vida le ha dado un premio, que es entrar en el draft de la NBA, y él siente que tiene una presión añadida. Viene de una mala temporada, tuvo un mal resultado con la selección y ha disfrutado de menos descanso. Por eso le cuesta mostrar sus virtudes, pero ha explotado en los dos últimos partidos. Contra el Bilbao Basket metió la canasta decisiva y defendió de una manera espectacular. La única presión que le pongo es que sea mejor cada día.
Winchester, el tirador del equipo, no está acertando. ¿Le preocupa?
Está teniendo un porcentaje bajísimo, pero no me preocupa por su forma de ser. Con Anthony no sabes si ha metido siete triples o los ha fallado todos, y eso para mí es fundamental. Su tranquilidad me preocuparía si fuera el rival, porque no sabes en qué momento la puede meter. Ya nos pasó con Jimmy Baron. Hay que darle tranquilidad, está haciendo un trabajo extra, más incluso de lo que yo le pido.
Apenas hemos visto jugar a Huskic. ¿Qué podemos esperar de él?
Está haciendo un trabajo específico para ganar peso, no queremos quemar etapas. Es un jugador súper ambicioso, con ganas de triunfar, pero tiene que ser paciente para aportar lo mejor que tiene, que es su tiro exterior, su capacidad para jugar de cara en ataque y su rebote ofensivo, pero para eso tiene que ser seguro en defensa y todavía no lo es. El club ha hecho una buena inversión con él, yo creo que empezará a dar resultados en breve.
Era importante empezar bien el curso para que no se repitiera la historia de los dos pasados años.
Sí. El primer año se empezó en la cola pero había una sensación de que íbamos a salir de ahí. El año pasado no había nada, era un vacío, una incertidumbre. De lo que más contento estoy es de la unidad que hay en la plantilla. Tranquilo no estoy nunca, pero eso me satisface. Motos jugó 28 segundos en el derbi pero estaba el que más contento porque sabe lo que tiene que hacer. Llegarán momentos mejores o peores en los que se verá si la unidad es firme o no.
Ahora vienen dos partidos interesantes, ante Murcia y CB Canarias, en principio algo superiores, para testar el nivel del equipo.
El equipo sabe lo que tiene que hacer para ganar fuera. Son dos partidos muy complicados ante dos rivales muy buenos. El CB Canarias no pierde casi nunca en casa y es un partido que tengo marcado, en el que me gustaría dar un nivel alto como grupo, lo que no hicimos el año pasado. Vamos a las dos pistas con la idea de hacer nuestras cosas bien. Primero está el Murcia, un equipo de rachas en tiro y contraataque. Si logramos nuestra estabilidad durante el partido, podremos competir. Estamos bastante preparados.