el Gipuzkoa Basket que acabó la temporada 2011-12 en la quinta posición de la ACB manejó un presupuesto de cinco millones de euros. El pasado año esta cantidad bajó hasta los 3,7 millones. De cara a este curso, la cifra -aunque no será definitiva hasta la Junta de Accionistas de noviembre- seguramente rondará los tres millones, ya que el club ahora mismo no tiene patrocinador y las ayudas institucionales han bajado. El GBC no es el único en esta situación, sin embargo. La mayor parte de los 18 equipos que integran la Liga han tenido que ir adaptándose año tras año a competir con menos dinero y los presupuestos entre los dos y los tres millones, lejos de ser una excepción, son ya una realidad en los clubes llamados a pelear en la zona media-baja de la tabla.
Mañana comienza, por tanto, la ACB más low cost, lo que se traduce en que, salvo el Real Madrid y el FC Barcelona, hay menos incorporaciones de relumbrón y más apuestas de riesgo. Algunos clubes han optado por la juventud. Otros, por jugadores debutantes en la Liga. Otros, por ambas cosas. A priori, el nivel ha bajado considerablemente respecto a hace unos años. A lo largo de este fin de semana debutarán en la ACB hasta 53 jugadores, una cifra impensable años atrás, cuando los equipos fichaban jugadores ya contrastados. El GBC es un claro ejemplo de ello. En 2008, cuando subió procedente de la LEB, fichó a Lou Roe, Marconato, Popovic o Sergio Sánchez. Este año dará la alternativa en la ACB a Goran Huskic y Anthony Winchester. Además, otros miembros de la plantilla como Will Hanley, Mikel Motos y Julen Olaizola apenas tienen unos minutos de experiencia en la categoría. La diferencia, a nivel de nombres, resulta evidente.
los dos grandes La ACB 2013-14 aparece partida en tres: los dos grandes por arriba, los equipos llamados a meterse en el play-off en el medio y los humildes peleando entre el noveno puesto y el decimoctavo. Los aspirantes al título serán indiscutiblemente el Real Madrid y el FC Barcelona, los únicos clubes de fútbol en la ACB, que poseen un colchón económico que no tienen los demás. Solo el sueldo de sus grandes estrellas -Rudy Fernández y Juan Carlos Navarro- es superior al presupuesto de la mitad de la liga. Pablo Laso mantiene el bloque con el que logró el título y ha añadido dos pívots: Ioannis Bourousis y Salah Mejri. El Barcelona se ha renovado más y ha fichado a Jacob Pullen, Kostas Papanikolau, Bostjan Nachbar, Maciej Lampe y Joey Dorsey. Dos equipazos que ya jugaron la final de la Supercopa, que se repartirán los títulos de Liga y Copa y que irán a por todas en la Euroliga.
la zona 'play-off' El Valencia Basket y el renovado Unicaja parten como los aspirantes a plantar cara a Madrid y Barça, aunque se antoja como una misión complicada. El Valencia cuenta con una plantilla señalada por todos como la tercera mejor de la ACB, con jugadores como Oliver Lafayette, Rafa Martínez, Pablo Aguilar, Bojan Dubljevic, Justin Doellman o su gran fichaje, Romain Sato. El Unicaja, por su parte, se ha reforzado a conciencia. Joan Plaza tendrá en sus manos jugadores de la calidad de Carlos Suárez, Jayson Granger, Ryan Toolson o Nik Caner-Medley, por no hablar de Sergi Vidal o Txemi Urtasun. El Laboral Kutxa parece haber bajado un peldaño, aunque seguirá siendo competitivo con Sergio Scariolo al mando y con jugadores como Nocioni, San Emeterio, Adam Hanga o Lamont Hamilton en la cancha.
Gran Canaria, CAI Zaragoza y Bilbao Basket son los equipos llamados a completar la zona de play-off. Canarios y maños alcanzaron el pasado curso las semifinales, proeza que tendrán difícil repetir pese a haberse reforzado bien: Nacho Martín o Albert Oliver el Gran Canaria, y Pere Tomas o Giorgi Shermadini el CAI. El Bilbao Basket estará ahora comandado por Rafa Pueyo y ha logrado mantener a su columna vertebral: Raúl López, Mumbrú y Roger Grimau. Además, ha fichado a Germán Gabriel. Experiencia, desde luego, no le faltará.
la zona media-baja Detrás de los ocho equipos citados se podría decir que están todos los demás, los pobres de la ACB, los clubes que manejan presupuestos que rondan o ni siquiera alcanzan los tres millones. Las dos revelaciones del pasado curso, el Rio Natura Monbus y el CB Canarias, vuelven a tener plantillas equilibradas, al igual que un UCAM Murcia que sueña con rondar las plazas de Copa y play-off. También tiene buena pinta el Fuenlabrada, cuyo juego se basará en el tridente que forman Carlos Cabezas, Feldeine y el ex del GBC Panko, tres jugadores muy anotadores.
El Joventut y el Estudiantes han apostado, en tiempos de crisis, por la cantera, acompañada de algún buen fichaje. Los catalanes recuperan para la ACB a Albert Miralles, mientras que el Estudiantes se ha reforzado con Quino Colom y Marko Banic, entre otros, para acompañar a jóvenes como el donostiarra Darío Brizuela. Más dificultades pueden pasar el Cajasol, con una plantilla liderada por Satoransky y Latavious Williams pero quizás excesivamente joven; el Manresa, que ha apostado de nuevo por jugadores con poco nombre, y el Valladolid, que tiene a priori la plantilla más floja entre los 18 participantes. El club pucelano, inmerso en severos problemas económicos, estuvo a punto incluso de renunciar a la ACB a mitad de verano, pero de la mano de Ricard Casas volverá a buscar el milagro de la permanencia. Luther Head, que pudo venir a Donostia el pasado curso, y el griego Vasilopoulos deberán dar su mejor nivel para lograr el objetivo.
el gbc, al acecho Toda esta incertidumbre que planea sobre muchos equipos querrá aprovecharla el Gipuzkoa Basket. Con menos dinero que nunca, el club ha logrado hacer un equipo modesto, pero que puede lograr un muy buen rendimiento de la mano de Sito. La experiencia, además de los que se quedan del pasado curso, la ponen Cortaberría y Robinson, mientras que los Ramsdell, Winchester o Hanley destilan ilusión y ambición. El equipo ha funcionado de maravilla en pretemporada y el objetivo que se marcan técnicos y jugadores es empezar fuerte el curso para evitar apuros clasificatorios y soñar con metas mayores que la permanencia. El GBC quiere resarcirse de la mala temporada anterior y volver a ilusionar a Illunbe.