El Obenasa perdió ayer su partido aplazado con el Ros Casares por un contundente 48-92 y allanó aún más el camino a la salvación para el Hondarribia-Irun. Con dos jornadas para el final, al equipo bidasotarra le basta con sumar un triunfo, que podría llegar este sábado en su visita al colista Ibiza, para sellar la permanencia un año más en la Liga Femenina. El Hondarribia-Irun solo bajaría si pierde los dos últimos partidos de la temporada y si el Obenasa los gana.