Un anotador compulsivo

Hace mes y medio, el Gran Canaria perdía en su cancha contra el Cajasol y su presencia en los play-off por el título empezaba a correr serio peligro, ya que se encontraba en el 12º puesto a dos victorias del octavo. El equipo de Pedro Martínez, eliminado además de la Eurocup, se encontraba en mala dinámica quizás debido a que su icono y capitán, Sitapha Savané, se había roto el tendón de Aquiles a principios de febrero. La cosa pintaba realmente mal. Siete partidos ligueros después, sin embargo, el equipo isleño es séptimo tras haber ganado seis partidos y haber encajado una sola derrota, ante el Real Madrid, por lo que sus opciones de disputar las eliminatorias por el título son más que reales.

El principal culpable de esta metamorfosis canaria no es otro que Jaycee Carroll, máximo anotador de la ACB tanto el año pasado como en el actual, pero que en los últimos siete partidos se ha desatado por completo y ha alcanzado un nivel altísimo, promediando la increíble cifra de 26,5 puntos por encuentro. Una máquina de anotar que ha ido destrozando rivales por el camino.

La racha positiva del Gran Canaria y de Carroll empezó a principios de marzo, con la victoria en Menorca gracias a los 21 puntos del escolta estadounidense, que luego metió 23 al Estudiantes, 25 al Manresa y 30 al Bilbao Basket, en un partido decidido tras dos prórrogas. Aquel día cosechó su primer MVP de la temporada gracias a sus 32 de valoración. Una semana después de esta exhibición, solo metió 20 puntos en la visita al Real Madrid y su equipo perdió, aunque es cierto que los árbitros no se atrevieron a pitar una falta de Felipe Reyes a Wallace que hubiera permitido al ala-pívot tener dos tiros libres para ganar. Pero Carroll se resarció a lo grande y en los dos siguientes encuentros, metiendo 32 y 35 puntos al Valladolid y al DKV Joventut, partidos que se saldaron con dos victorias y con otros dos galardones de MVP para el jugador. Sus 35 puntos contra los verdinegros, tope de la temporada, los logró en apenas 22 minutos. Fue la culminación a un mes y medio en un estado de forma pletórico.

Lo cierto es que Jaycee Carroll siempre ha sido un gran anotador. Ya en la universidad brilló en esta faceta y en sus dos últimos años en Utah sus medias eran superiores a los 20 puntos. La NBA no se fijó en él por lo de siempre: tenía poco cuerpo para jugar de alero o escolta en la mejor liga del mundo, también la más física. Dio el salto a Europa de la mano del Teramo italiano, donde en la campaña 2008-09 promedió 16,4 puntos, unos números que hicieron que el Gran Canaria se fijara en él. La apuesta no ha podido salirle mejor al equipo amarillo. El año pasado, Carroll acabó la temporada como máximo anotador de la ACB y en la actual va camino de repetir. Con esta trayectoria, lo lógico es que la próxima campaña dé el salto a un grande.