donostia. Resulta curioso que, habiendo sido Pablo Laso uno de los mejores bases que ha pasado por la ACB, sea precisamente esa posición la que más ha costado cubrir en los últimos años. Desde que se hizo cargo del banquillo del Lagun Aro, en verano de 2007, el técnico vitoriano ha fichado a ocho bases, incluido Javi Salgado, es decir, sale una media de dos por temporada, sin contar con que llegue al equipo un tercer organizador.

Cuando llegó al GBC, Laso ya contaba con un base, Ricardo Uriz. Sin embargo, sus planes eran que el navarro actuara de escolta. Por ello fichó a Perico Sala como uno titular y a Nocedal como reserva. Ninguno funcionó, así que Uriz retornó a su posición de base, Sala fue cortado y llegó en su lugar Rod Brown. El último base en llegar, antes de que se acabara el plazo de fichajes, fue David Gil, que tuvo un papel testimonial.

El ascenso a la ACB trajo consigo la apuesta del GBC por el puesto de base. El club hizo un esfuerzo para fichar a Sergio Sánchez procedente del Estudiantes y a Bojan Popovic, del Unicaja. En principio parecía una pareja de bases de alto nivel, pero no llegó a cuajar del todo. Popovic se fue, mientras que Sergio continuó porque había firmado por dos años.

La pasada campaña, por tanto, empezó con Sergio y Uriz, a los que Laso añadió a Rai López, un joven valor del Unicaja proveniente de LEB Oro. Sergio pasó de ser titular a no jugar en la recta final de la temporada, y Rai nunca tuvo gran incidencia en la andadura del equipo.

Con la llegada de Javi Salgado, que parece una apuesta segura, el Lagun Aro quiere acabar por fin con la incertidumbre de un puesto por el que han pasado demasiados jugadores. El único que ha pasado la criba de cada verano ha sido Uriz. Se espera que entre el vizcaino y el navarro, amigos desde que coincidieron en el Bilbao Basket, formen una solvente pareja de organizadores.