- El embajador de la Unión Europea (UE) en el Reino Unido, João Vale de Almeida, se preguntó ayer si el Gobierno del Reino Unido liderado por Boris Johnson realmente quiere encontrar soluciones para los problemas relacionados derivados del brexit, y puso como ejemplo la implementación del protocolo que impide la aparición de una frontera física en la isla de Irlanda. Y todo ello pese a que la pasada semana Londres y Bruselas lograron prorrogar tres meses, hasta el 30 de septiembre, el periodo de gracia en el que no se aplican los controles fronterizos en Irlanda del Norte a los productos cárnicos refrigerados procedentes de Gran Bretaña.

“Tengo mis momentos de dudas; a veces me pregunto si todo el mundo desea encontrar soluciones para los problemas que tenemos o más bien prolongarlos o incluso crear nuevos problemas elevando las expectativas a niveles innecesarios”, comentó Vale de Almeida durante su intervención en una conferencia organizada por el Foro Unión Europea-Reino Unido. Sin embargo, el diplomático dijo que supera esos momentos de duda “muy rápidamente” porque quiere confiar en el valor que tiene “la firma de todo el mundo alrededor de la mesa”, en referencia a los acuerdos cerrados entre Londres y Bruselas para garantizar la salida ordenada del Reino Unido de la UE y la nueva relación entre ambas partes.

Así, instó a centrarse en buscar soluciones y pidió que la relación entre Londres y Bruselas no quede “secuestrada” por “accidentes” o “estallidos”. “Necesitamos ser capaces de gestionarla de una forma racional y serena”, constató, por lo que animó a “elevar los niveles de confianza y rebajar los niveles de dramatismo”.

El embajador de la UE en el Reino Unido subrayó que no es “el mejor modo de afianzar una relación” que cada vez que los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete debaten los vínculos con el Reino Unido se deba a que Londres ha incumplido alguno de sus compromisos.

Para lograr una relación más constructiva con Londres, instó a tomar como ejemplo el cambio que ha supuesto para los vínculos transatlánticos la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. Agregó que el coronavirus “ha ocultado” los efectos del brexit “en gran medida” y que para conocerlos habrá que esperar “unos meses, si no un par de años”.

Desde que el Reino Unido se convirtió de manera definitiva en un país tercero el pasado 1 de enero, la relación entre Bruselas y Londres ha sido tensa, en particular, en lo que se refiere a la implementación del protocolo irlandés.

Según ese documento, en Irlanda del Norte se siguen aplicando las normas del mercado único y la unión aduanera comunitarias, de modo que los bienes que transitan desde el resto del Reino Unido a esta parte del país están sometidos a los controles europeos, que son efectuados, sin embargo, por las autoridades británicas.

No obstante, el Reino Unido ha pospuesto de manera unilateral hasta octubre algunos de los controles aduaneros que había acordado llevar a cabo entre Irlanda del Norte y la isla de Gran Bretaña, motivo por el cual la Comisión Europea ha puesto en marcha un procedimiento de infracción contra el país que puede terminar ante el Tribunal de Justicia de la UE.

Aun así, como se ha señalado, la semana pasada Londres y Bruselas acordaron prorrogar tres meses el periodo de gracia en el que no se aplican los controles fronterizos en Irlanda del Norte a los productos cárnicos refrigerados procedentes de Gran Bretaña. Es lo que se vino a denomionar la “tregua en la guerra de las salchichas”.

Asimismo, la Comunidad Europea anunció su intención de modificar la legislación comunitaria para garantizar el suministro de medicamentos desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte, además de medidas para facilitar el movimiento de animales entre esas dos áreas.

Maros Sefcovic. La Comisión Europea reconoció ayer que el “mayor desafío” para la relación entre la UE y el Reino Unido es “reconstruir la confianza”, tras las medidas unilaterales que Londres ha adoptado para retrasar la aplicación del protocolo que evita la aparición de una frontera física en Irlanda. “Quizá el mayor desafío para la Unión Europea será cómo podemos reconstruir la confianza y reorientar nuestra relación con el Reino Unido”, declaró el vicepresidente de la CE para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, en un vídeo emitido en la conferencia del Foro Unión Europea-Reino Unido.