- A seis meses de que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) y tras intensificar las negociaciones para lograr un acuerdo comercial con el bloque común, el Gobierno británico ha retomado los preparativos del brexit con la construcción de instalaciones que permitan realizar controles aduaneros.

El Ejecutivo de Boris Johnson anunció ayer un paquete de financiación por valor de 705 millones de libras (788 millones de euros) que se destinarán a poner en marcha puestos de control fronterizo en Portsmouth (sur de Inglaterra) y Holyhead (noroeste de Gales), una vez el país abandone el mercado común y la unión aduanera el 1 de enero de 2021.

De este presupuesto, 470 millones servirán para construir infraestructura portuaria y terrestre y los 235 millones restantes se invertirán en sistemas tecnológicos y personal, lo que podría incluir la contratación de unos 500 trabajadores.

El objetivo es aliviar la sobrecarga del puerto de Dover, la principal vía de entrada y salida para las mercancías de la UE, y contar con los mecanismos suficientes para realizar los controles adicionales que se requerirán una vez termine el periodo de transición el próximo 31 de diciembre y el Reino Unido quede definitivamente fuera de todas las estructuras comunitarias.

Según el diario The Guardian, el Gobierno ha adquirido en secreto once hectáreas de terrenos, situados a 32 kilómetros de Dover, para poder albergar a los 10.000 camiones que diariamente pasan por el puerto inglés de Kent llegados desde la ciudad francesa de Calais.

Las obras en este espacio, conocido como MOJO, se iniciarán hoy, cuando también se prevé que se conozcan más detalles sobre el nuevo sistema de inmigración por puntos que entrará en vigor el año que viene.

Ante la postura de los partidos de la oposición que han criticado el coste que supondrá la reimposición de fronteras, el ministro del Gabinete, Michael Gove, afirmó que el Gobierno “ha estado sentando las bases” de este proyecto “durante meses”.